viernes, 29 de agosto de 2008

Vidas pasadas/presentes/futuras: es decir, hoy

En estos días, se dio con algunos pacientes una pregunta recurrente: si todo ya está planeado antes de nacer en esta vida, ¿adónde está el libre albedrío?, ¿para qué molestarse si yo no decido nada?

En realidad, que hayamos esbozado ciertos acontecimientos con quienes serían nuestros padres, hijos, parejas, gente importante, no significa que los cumplamos una vez aquí. Como todo proyecto, podemos alterarlo en el transcurso de su concreción. Por ejemplo, alguien planifica con su madre que ella va a morir muy joven, así tendrá cierto tipo de experiencias que lo hará fuerte y confiado. Pero, en lugar de ello, se deprime para siempre y ese proyecto queda inconcluso… hasta la próxima encarnación.

Tal como está la tendencia que hemos elegido como humanidad (y que, espero, comencemos a cambiar), la hemos hecho mucho más difícil de lo que debía ser. Así que, es bastante duro continuar determinada planificación en esta tercera dimensión. Por eso también somos tan amados y reconocidos. Pero, es bueno saber que no necesitamos tantas terribles pruebas y, ni siquiera, tantas mediocridades.

Por otra parte, ¿quién propuso esos planes? Nosotros, junto con nuestros guías, en otra dimensión. Siempre somos nosotros los que creamos la vida, las oportunidades, las vivencias. Incluso podemos cambiar lo concebido por otros objetivos más plenos y felices. Sólo es necesario comprender y transformarse. Es más, en estos tiempos, eso es lo más común. Las posibilidades están: ¿las usarás?

martes, 26 de agosto de 2008

Síntomas varios

Recibo constantemente mails contándome ciertos síntomas o problemas “extraños”, que no son más que señales de este hermoso cambio que está sucediendo con la humanidad en esta entrada a la Nueva Energía.

Los más comunes son los inconvenientes para dormir (ya sea insomnios o despertares frecuentes o tipo tres de la mañana); calores o cambios de temperaturas constantes (que, a veces, se confunden con los de la menopausia); aumentos de pesos o ganas de comer determinados alimentos; resfríos, alergias, rinitis, etc.; zumbidos en los oídos; mayor sensibilidad; dificultades con la memoria, las palabras, la concentración y otros. Les recomiendo leer el artículo ¿Qué es la Nueva Energía?, en donde tendrán una explicación bastante detallada.

He pasado por todo esto (y más!) en los últimos años y ahora se está incrementando la cantidad de seres humanos despertando a este potencial (que se hará más evidente en los próximos años). Algunos consejos para atenuar estos síntomas son:

- Recurrir a la respiración: debo seguir siendo insistente con este tema, al que la mayoría no le da ninguna importancia, pero que puede auxiliarte a pasar por muchísimas situaciones con este simple recurso.
- Tomar entre uno y dos litros de agua por día: ayuda a desintoxicarte.
- Hacer ejercicio suave: caminata, eutonía, técnicas chinas, danza, etc.
- Permitirte momentos para relajarte, meditar, bajar los decibeles (incluso tomar una siestita!): querer continuar con el ritmo frenético que ya es habitual únicamente aumenta los problemas. El cuerpo está haciendo un gran esfuerzo por ajustarse a una energía mucho más potente y sutil. Como probablemente no descansas bien de noche, debes compensarlo en el día. Correr incesantemente no sólo es de la Vieja Energía sino que tampoco favorece en esta transformación. Necesitas centrarte en ti mismo y salir nuevamente desde parámetros más realistas y flexibles.
- Tomarlo con calma: si tratas de luchar contra lo que te sucede, prolongarás la transición inútilmente. Infórmate, acéptalo, colabora con ello, mímate, descansa, es un gran tiempo: disfrútalo valorándolo.
- Recurrir a ayuda profesional: en lo físico, si necesitas paliar los síntomas, sea alopática o naturalmente, hazlo. En lo psicológico, si no puedes solo, busca ayuda terapéutica para liberar los traumas del Ego y conectarte con la mejor expresión de ti mismo. Es preferible que el profesional sepa acerca de lo que está sucediendo y que lo haya pasado, para que pueda guiarte apropiadamente. El tiempo no lo “arreglará”. Tienes que tomar la solución en tus manos.
- Guiarte por la intuición: no te dejes llevar por avisos apocalípticos ni por personas o instituciones que intentan manipular a través del miedo: todo está bien y es parte del proceso. Escucharás y verás mucho caos. Tu forma de contribuir en esta evolución es trabajar en ti mismo y unirte a otras personas para crear “masa crítica”.

Si eres mínimamente sensible, te habrás dado cuenta de que, además de estos síntomas, tus más profundos traumas, viejas heridas y asuntos inconclusos están saliendo a la luz más fuertemente que nunca. Es necesario liberar estos temas opresivos del pasado para entregarnos a la plenitud del presente, a los recursos y potenciales que tenemos por derecho. ¡Toma la oportunidad!

Expandiendo círculos

Piensa en tu vida como un círculo. Estás parado justo en el centro. Cualquier cosa más allá del borde es tu zona de incomodidad: cosas como hablar en público, pedir un aumento de sueldo, empezar algo nuevo, cambiar, hasta el miedo a las arañas y las serpientes. Todo está ahí.

La calidad y cantidad de tu satisfacción está determinada por la frecuencia con la que expandes tu círculo tomando riesgos. De eso se trata todo.

Di a la gente lo que realmente piensas. Pídele a tu jefe ese aumento que mereces desde hace tiempo. Comunícale tus verdaderos sentimientos a tu esposo/a. Renuncia a tu trabajo para hacer algo que realmente te gusta hacer.

Acércate a un perfecto desconocido en una fiesta y di: ¡Oye! Tú sabes cuáles son tus miedos. Yo solo te estoy ayudando a empezar.

¿No sabes cuáles son tus miedos? Generalmente se sienten en el estómago, pecho o garganta. Cuando te parece difícil respirar o tu estomago es un desastre, o tu pecho se aprieta, o no puedes hablar: las probabilidades son que estés enfrentando un miedo (o comiste algo dañado).

Enfrentar esa terrible sensación, descifrar qué la está causando y tomar acción es como expandes tu círculo. ¡Y cada vez que lo haces, la Luz entra y te ayuda a vencer otro miedo más grande y más molesto!
Yheuda Berg

domingo, 24 de agosto de 2008

Color índigo

Acabo de leer una corta entrevista a Lee Carroll, el canalizador de Kryon, hablando sobre los niños índigos y me di cuenta de algo. Carroll dice que estos niños no aprenden de forma lineal sino conceptual, que necesitan conocer el porqué y cuál es la noción detrás de esto. Además, ellos captan cómo están las personas con quienes se relacionan y esto incide en cómo aprenden o se comportan.

Yo he sido una índigo pionera y nunca tuve “memoria”, o sea, no pude aprender memorizando. Tenía que entenderlo para saberlo. Desde muy chica, hacía resúmenes con el concepto de lo que estudiaba y me quedaba con esto. Tenía montones de “fichas” con cada lección. Mis pruebas eran muy cortas, porque ponía lo principal y nada más. Mis compañeras no podían entender porqué yo me sacaba buenas notas con una página y media cuando a ellas las aplazaban habiendo escrito cuatro o cinco hojas. Yo leía sus pruebas y habían escrito cualquier cosa menos lo que le preguntaban.

En matemáticas y en cualquier materia que tuviera un número, era un desastre. Me daba lo mismo que el Aconcagua midiera 1000 o 10000 metros. Me hacía machetes para todo eso. Aún hoy, no recuerdo fechas ni teléfonos ni números de calles ni entiendo nada que se relacione con las matemáticas. Sin embargo, siempre me llamó la atención que, si alguien consulta algún cálculo, a mí se me “aparece” el número en la mente.

Yo tenía mi propio sistema para todo. Viviendo en una pequeña ciudad del interior y siendo la única “loca” que rompía los esquemas (y en ese tiempo, todo era esquemático!), tuve la suerte de que mis maestras y profesores lo dejaran pasar y no me coartaran la libertad de experimentar.

Todo me interesaba, tenía una sed de conocimiento insaciable. A los trece/catorce, cortaba noticias de los diarios y las pegaba en un cuaderno. Eran los finales de los hippies, del “flower power”, del cambio a través del amor y yo estaba exultante: iba a cambiar al mundo.

Siendo un camaleón, que captaba las energías de todos y me adaptaba a cada una, pasaba de un estado al otro, de una idea a la otra. Circulé por muchos estudios y trabajos y ambientes y relaciones y me fascinaba la diversidad. Me sigue fascinando, pero estoy aprendiendo a focalizarme porque tanta variedad me agota y me dispersa.

Un índigo es, básicamente, un “rompedor de sistemas”. Por eso también su costado agresivo. He estado evolucionando hacia colores más pacíficos. Hoy, trato de cambiar MI mundo primero, con más armonía, amor y alegría. Si puedo ayudar a otros a hacerlo… todavía conservo mi llama sesentista!! :-)

viernes, 22 de agosto de 2008

Vivir artísticamente

Ayer, fui con una amiga nueva al Museo de Bellas Artes. Íbamos a una charla, pero llegué tarde. Como habían apagado las luces, no la pude encontrar. Me quedé un ratito, pero el tema no me interesó así que salí a recorrer el Museo.

Hace unas dos semanas, estuve con la amiga de una amiga porque quería conocerlo, pero fue muy rápido y me quedé con las ganas. “Visité” a mis cuadros favoritos (como “Con hambre y sin trabajo” de de la Cárcova y algunos impresionistas) y pasé a ver los Castagnino. Me atrajeron algunos tormentosos, como los de la foto (es un detalle).

Luego, fuimos a tomar un café (en mi caso, un café con leche con medialunas, costumbre que todavía adoro hacer) y charlamos largamente. Rosa es una mujer de 70 años (perdón… recién los cumple dentro de dos semanas!) que parece de 40 por su dinamismo y buena onda. Vivió 30 años en Colombia, su hijo está en Nueva Zelanda y ella y su marido volvieron a Argentina hace un par de años. Nos conocimos en la gimnasia china. Pinta y ama el arte, como yo.

Acerca de esto, salió un tema que me da vueltas hace rato. Tengo una veta artística que nunca exploré lo suficiente. Picoteé aquí y allá: estudié expresión corporal, comedia musical, danza, decoración de interiores, pintura, canto, escritura… todo cuidadosamente iniciado y prontamente abandonado… aunque tengo una gran facilidad para muchas de estas cosas.

Mi “ideal” es vivir artísticamente. Me gustaría que estas cosas formen parte de mi existencia, como algo natural. Así como me obligué a tener el Blog y los Boletines para tener que escribir y ahora me fascina, podría hacer algún taller de pintura y/o otras artes, aprender a bailar danzas de salón o algo alegre o expresivo, escuchar música con continuidad, leer más, ir a conciertos o museos más seguido, tener un grupo de amigos que estén en esta vertiente (¡esto me encantaría!).

¿Por qué no lo hago? Creo que, entre otras causas, tiene que ver con lo que estoy trabajando últimamente: la plenitud de ser yo. La total y amorosa aceptación de ser yo. Como hablábamos con una paciente esta mañana, nos acostumbramos a vivir a medias y aceptamos (renegando y pataleando, pero aceptamos) lo negativo, la carencia, el maltrato, la rutina, pero, cuando aparece o es posible lo positivo, la abundancia, el amor, la creatividad, lo nuevo… nos parece que no es para nosotros, que no somos suficientes, que… cualquier excusa!

Es lo mismo que me pasa con lo espiritual, aunque esto lo tengo más incorporado. Es una forma de vivir radicalmente distinta a la que llevo, que suscita, revela, logra, desarrolla, alimenta lo mejor de mí.

Rosa me decía: “aprovechá, nena, ¿qué vas a esperar?, ¿a los setenta?, estás bárbara, hacé todo lo que tenés ganas”. En esto estoy, Rosa, en esto estoy…

miércoles, 20 de agosto de 2008

¿En cuál rol estás atrapado?

Tanto en las tragedias como en los cuentos de hadas, tenemos tres roles bien definidos: la víctima (Cenicienta), el dominador (la madrastra) y el salvador (el príncipe). Adoramos estos cuentos (y películas y libros…) porque nos permiten seguir durmiendo en estos juegos de poder, tomándolos como naturales: la Vida es así. Gracias a Dios, no es así, pero tenemos que comprender en cuáles estamos involucrados para poder salir de ellos.

Vamos a analizar un poco cada uno:

· La víctima: su juego es “si me amaran, todo estaría bien: el amor resuelve todos los problemas”. Para eso, va perdiéndose de sí misma, borrando su ser real y adoptando patrones de comportamientos que le permitan obtener cariño, protección, aprobación. Se presenta como débil y utiliza este rol como un medio para dominar. Sus idealizaciones son “la sacrificada, la modesta, la amorosa, la santa”.

Difícilmente, una víctima reconozca que lo es. Tenderá a sentirse orgullosa de lo buena que es, se rebajará para que los demás brillen, se quejará (o no) de lo que hace por los demás, pero manipulará con la culpa, la indefensión, la bondad a todos.

· El dominador: su juego es “el poder y la independencia resolverán mis problemas”. Para eso, tratará de volverse tan fuerte e invulnerable, tan autónomo y carente de emociones, que nada ni nadie podrá tocarlo. Sus idealizaciones son “el triunfador, el ganador, el perfecto, el poderoso”.

Tenderá a tomar como débiles a quienes muestran emociones y se avergonzará si las siente. Odia el fracaso (tanto como la víctima lo ama, porque esto le permite continuar su juego), es rígido, racional, objetivo, agresivo.

Como habrás adivinado, este juego es normal en los matrimonios. Uno y otro se necesitan mutuamente y ninguno romperá el tácito pacto que han hecho para mantener sus roles. Está de más decir que ni uno es “tan bueno” ni el otro “tan malo”.

A veces, hay personas desgarradas entre estos dos aspectos que encuentran una salida recurriendo a un tercer papel:

· El retraído: su juego es “miro desapegada y benévolamente a todos, sin involucrarme ni dejándome afectar por ellos”. Tratará de distanciarse de los conflictos en una falsa serenidad que se verá alterada continuamente.

· El salvador: su juego es “si me ocupo de los demás y no de mí resolveré mis problemas”. Piensa que debe anteponer las necesidades de los otros a las suyas, que debe dar para recibir, que debe ganarse el afecto de los demás.

Niega o reprime sus propias necesidades, sufrimientos e inseguridades para solventar los de los otros. Es típico de los hijos con respecto a su madre/padre víctima y de muchos psicólogos, asistentes sociales, terapeutas, voluntarios, cuidadores: es el “sanador herido”.

Todos tenemos estos roles incorporados en distintas medidas y podemos pasar de uno al otro según con quienes estamos y las circunstancias, pero uno es el que predomina.

¿Cuál es el origen de estos aspectos? El amor, el poder y la serenidad son atributos divinos que trabajan en armonía. Cuando somos niños, nos enfrentamos con la desilusión, el desamparo y el rechazo, tanto reales como imaginarios. Esto crea inseguridad y falta de confianza, lo cual tratamos de superar recurriendo a una de estas “soluciones”: idealizamos una forma de ser y actuar. Con esto, provocamos en realidad actitudes de sumisión, de agresividad, de retraimiento, de salvación, creando un círculo vicioso: mientras menos logramos el objetivo, más dudamos de nosotros y más nos esforzamos en la solución equivocada.

Es necesario reconocer este conflicto y el dolor subyacente. Huir de él sólo lo aumenta. Soltar las idealizaciones es fundamental. Nadie puede con ellas, ya que son inhumanas y producto de los desvelos del Ego por buscar amor y aprobación. Se trata de un largo proceso de búsqueda de uno mismo y de conciencia de los problemas y actitudes. Por supuesto, la recompensa es maravillosa: el encuentro con el Ser real, con sus enormes valores y capacidades para vivir amorosa, poderosa y serenamente en armonía. Te acompaño en el camino.

domingo, 17 de agosto de 2008

Círculos

¿Qué frena lo que deseo más fervientemente? La desconfianza. Tras los primeros traspiés, vuelvo a la incredulidad, al temor, al hacer del Ego. He tenido cientos de experiencias increíbles, que a cualquier otra persona la volvería casi fanática, pero yo sigo recelando.

Creo que tiene que ver con que necesito una confianza total para hacer mi labor y que la voy incrementando a medida que pasa el tiempo, pero… ya está siendo hora de acabar este juego también…

El círculo vicioso está llegando a su fin y el círculo virtuoso está comenzando: la confianza va a la cabeza de él.

sábado, 16 de agosto de 2008

Miedo y anhelo de amor

He tenido una serie de insights muy poderosos estos días. He sido “forzada” a la soledad y la carencia, a fin de tomar plena conciencia de ciertos mandatos profundos que operan en mi vida. No es que no los conozca, es que se han presentado con tanta potencia que me dejé caer en ellos absolutamente, para afrontarlos y no huir. Igual, mi mente tiende a minimizarlos y seguir como antes, pero no la dejo. Me cuesta hacerlo.

He huido del amor, ya que, en mi infancia, amor era sinónimo de asfixia, maltrato, dominación, falta de libertad para ser y actuar como me surgía, enorme dolor por sentir que no era correspondida. No es que tuviera una vida miserable en realidad. Supongo que era un poco más difícil que la normal, nada más. Pero, era hipersensible y todo me dañaba, era como una esponja que captaba cualquier cosa sin realmente entender qué pasaba. Además, siempre tuve la “semilla estelar”, así que sentía y pensaba distinto a los demás, lo cual me hacía sentir rara.

Así, fui refugiándome en la intelectualidad y la espiritualidad, desapegándome de semejante emocionalismo y sufrimiento desbordados, tanto míos como de los otros. Ahora, el péndulo busca el equilibrio.

Anhelo el amor. No ese juego de poder que llamamos amor, sino ese que viene de ser totalmente yo. De aceptarme tal cual soy y de dejar que mis mejores expresiones actúen en mí. De saberme una Humana Divina. Al dejar caer todas las idealizaciones y permitirme pararme desnuda frente al espejo de mi alma, sólo queda el amor. El anhelo de dar y recibir amor. La conciencia de que sólo seré libre, abundante y creativa al vibrar en ese amor.

Me duele intensamente haberme cerrado tanto. Pero, ésa es la medida en que tanto he deseado y temido al amor, en que tanto he intuido su poder transformador y sanador. Poco a poco, he comprendido cómo se filtra entre mis palabras, en mis acciones, en mi vida, sin ser totalmente presente todavía. Le sigo teniendo miedo, tal es su potencia, porque sé que cambiará mi vida íntegramente y para siempre.

Sólo puedo sostener mi intención, en esta hermosa tarea de cada día de abrirme y dejarlo que surja. Porqué sé que soy amor. En algún momento, también lo sentiré y actuaré totalmente desde eso que soy.

martes, 12 de agosto de 2008

Profesores, no se compliquen

Esta es una colaboración de Luis Eduardo Victoria, participante de la Comunidad de ABRAZAR LA VIDA.

Albert Einstein, declarado el hombre del siglo XX, Édison autor o divulgador de más de 2000 inventos, José Saramago, Nóbel de Literatura y últimamente Robert Kiyosaki, multimillonario, autor de Padre Rico, Padre Pobre y otros libros, que cada que los publica se convierten en Best-Seller, y una lista interminable de grandes hombres, en todos los campos, AUTODIDACTAS, coinciden en un factor en sus vidas: todos fueron rechazados por sus “Profesores” en la etapa de primaria o secundaria, por “BRUTOS”, según lo que todos entendemos de esa palabra en la gran mayoría de los países.

Paradójico, ¿no?. En todas las épocas, los profesores, cuántas mentalidades frustran con sus palabras, gestos, exigencias, a veces absurdas, posiciones verticales, inflexibles, donde impera sólo su criterio. Analicemos un poco el origen de esas conductas, quizá inconscientes para ellos mismos, pero incomprensibles para los que las tienen que soportar.

Como en el proceso enseñanza-aprendizaje el alumno aprende más con el ejemplo del profesor que con lo que le oye, analicemos la formación o más bien “deformación” que trae el profesor. Cuando el profesor o cualquier profesional se gradúa después de 5 años o más de Universidad, ya sale revaluado en sus conocimientos porque la evolución del conocimiento es vertiginosa, casi que anualmente se está cambiando (este fenómeno se puede observar palpablemente en los computadores y celulares), imagínense los conocimientos del profesor recibidos durante 5 años, adquiridos de sus profesores, que se graduaron 20 o más años atrás, y en su mayoría no se actualizan, casi siempre por la escasez de tiempo, pereza, creencia en que ya lo sabe todo y pocos deseos de invertir en la continuación de su preparación y actualización.

Con este marco, no gris sino negro es que suceden los hechos que se producen diariamente en la gran mayoría de aulas de escuelas y colegios públicos, porque en los privados hay una supervisión más inmediata y son los encargados de “fabricar” a los futuros gobernantes, mientras que en los primeros se “fabrican” los gobernados: empleados y desempleados.

Profesores, cambien la actitud de ver al estudiante como un subordinado de ustedes que tiene la “OBLIGACIÓN” de aprender por la de ayudar a ese estudiante a que se encariñe con su materia y la Institución porque recibe un buen trato y una motivación para hacer lo que debe de hacer. He aquí algunas guías:

Llame a su estudiante por el nombre y no por el apellido, crea una mejor amistad con él y facilita el control de la disciplina.

Mantenga una actitud jovial frente al grupo, haga de cuenta que la Institución es suya y el quedarse los estudiantes en ella depende del trato que usted les da, preocúpese por una presentación agradable.

No vaya al ritmo de un programa, vaya al ritmo de la capacidad de asimilación de los estudiantes, ellos no necesitan “ver” un programa, necesitan “aprender” algo para la vida, pregúntese continuamente ¿“para qué le sirve a mis estudiantes esto que les estoy enseñando?, cómo lo van a aplicar?, en qué aspecto de su personalidad se van a mejorar?.

Convierta su clase en una actividad interactiva, tratando de sacarle al estudiante, mediante preguntas, qué sabe de lo que usted le quiere enseñar, se dice que el estudiante sabe por lo menos el 50% de lo que uno le quiere enseñar, así su clase nunca será monótona y ese diálogo se puede aprovechar para darle un valor a su participación, y no limitándose al consabido “examen” para sacar las notas, estimulándolo a concentrarse en su clase y por ende asimilando mucho más.

No saque a nadie de clase, la indisciplina general depende en un 90% de la forma en que usted dicta su clase, no culpe a los estudiantes, revísese en su manera de trabajar con ellos, es muy fácil volver a encausar a un estudiante cuando se distrae o se pone a conversar con otro, dígale: “Carlos, qué era lo que yo estaba diciendo? O lo que José nos estaba contando?” y de esa manera no tiene que regañarlo o sacarlo de clase. El estudiante nunca nos perdona cuando lo regañamos o avergonzamos delante de los compañeros.

Evalúe al o a los estudiantes por lo que saben, no por lo que no saben, el fin último del estudiante es aprender y avanzar, no es el de quedarse y perder el año. Por ejemplo, en Geografía, si usted pretende que él dibuje un mapa, evalúelo por lo bueno que hizo y hágale corregir lo que le falta por aprender, para que se lo vuelva a presentar, en todos los casos el profesor le tacha los errores y lo califica mal por esos errores, y lo deja así, aquí empieza el alumno a fijarse la idea de que “EQUIVOCARSE ES MALO”.

Este mal proceder lo cometemos la mayoría de los profesores en todas las instituciones públicas y privadas y más en La Universidad, resulta que uno aprende es a partir del error, porque cuando no se equivoca es porque ya lo sabe o lo aprendió. Esto se refleja en su vida profesional al no ser emprendedor porque “DE PRONTO SE EQUIVOCA”, le queda más fácil buscarse un empleo donde le dicen lo qué tiene que hacer y cómo lo tiene que hacer.

Mientras que el conocimiento evoluciona a velocidad vertiginosa en las Universidades siguen utilizando el caduco método de calificar al estudiante por “dos exámenes parciales y un final”, repartidos en el semestre o en el año, frustramos cientos de miles de cerebros a quienes clasificamos como brutos por el anticuado sistema de calificar a nuestros estudiantes. Tiene algún comentario?. Escríbame a mi correo eduardo2542@gmail.com

sábado, 9 de agosto de 2008

Colores interiores



Hace unos tres años, fui a un taller de pintura para cumplir un deseo. Todo lo artístico me encanta. Sería bailarina, pintora, escritora, escultora, actriz, directora, cualquier actividad me llena de felicidad. Encontré una maestra amorosa que me acompañó en mis búsquedas, desde el lugar que yo quería: como un juego de expresión y exploración de lenguajes interiores llevados a la pintura. Me sorprendí de los resultados, porque salieron mucho mejor de lo que esperaba y porque aprendí mucho. Aquí hay algunas muestras, que son copias de cuadros conocidos adaptados por mí... (¿no es una elegante forma de decir que hice lo que pude??).

Luces chinescas

Ayer y hoy, la comunidad china (mejor dicho, taiwanesa) de Buenos Aires se adhirió al comienzo de las Olimpíadas cerrando un par de calles para ofrecer comidas, productos, chucherías lindas y un escenario en donde participaban distintas asociaciones que mostraban las artes tradicionales, como el Wu Shu, el T´ai Chi, etc. Mi profesora (foto) estuvo con su Maestro.

Fui con un par de amigas y, además de llenarnos de toda clase de cosas ricas (¡cómo me gusta la comida china! mmmm!), disfrutamos de excelentes demostraciones, entre ellas la de una Maestra joven y bonita que no conocíamos, pero que es muy renombrada internacionalmente.

Al verlos, comentábamos cómo se notaba la forma occidental y oriental de mover el cuerpo. Los argentinos, aunque lo hacían muy bien, en general no tenían esa "calidad/cualidad" (no sé expresarlo de otro modo) suave e intensa, concentrada y fluida a la vez de los chinos. Lo corroboramos todas las semanas con Cristina (el nombre occidental de nuestra Maestra). Se mueve desde la punta de los pies hasta el último cabello en armonía y belleza, en plasticidad y excelencia. Me inspira.

viernes, 8 de agosto de 2008

Fuego Olímpico

Acabo de terminar de ver la ceremonia de los Juegos Olímpicos y me la pasé llorando. ¡Qué asombrosa energía! Ya desde el comienzo, con los tambores tocando al unísono, sentí en mi corazón “TODOS SOMOS UNO” y eso se fue repitiendo a lo largo de cada increíble y perfecta escena que nos regalaron los 16.000 participantes.

Me surgía “Gracias, gracias, gracias” continuamente. Al final, cuando se encendió la llama olímpica, de una manera tan original y hermosa, no pude menos que sentir que el Fuego del Espíritu está aquí para iluminarnos y guiarnos. Que cada uno encienda su propio fuego y, entre todos, generemos la Luz que esta maravillosa Tierra merece.

Este Portal ha tenido el más poderoso brillo. Lo siento latiendo y resplandeciendo en mí.

Portal 8.8.8

Altas energías de integración están entrando este día. No es casualidad que las Olimpíadas comiencen hoy: gran parte del mundo está conectado a un mismo suceso, con alegría y unidad.

¿Qué significa concretamente esto en tu vida? Que serás confrontado a poner luz en ella, que todo lo que esté escondido o postergado o rechazado saldrá de la oscuridad para que lo resuelvas y lo sueltes, que la sanación está disponible para ti.

Es posible que hayas sentido desde hace un tiempo que te estás dando cuenta de muchas cosas que antes permanecían inconcientes o que cada vez estás más urgido a concretar tus sueños o que necesites imperiosamente una transformación radical. Esto se incrementará más y más a partir de hoy. Nada oculto permanecerá así.

La razón de esto es que es necesario aceptar, elaborar y liberar los aspectos que no están en la más alta vibración, a fin de que tus aspectos más luminosos brillen en todo su esplendor. La Luz limpiará cada resquicio de tu ser y de tu vida.

Si te resistes, sólo agrandarás el problema. Probablemente, hayan aumentado tus síntomas y enfermedades, tus ansiedades, miedos y dudas (lee ¿Qué es la Nueva Energía?). También, es posible que más posibilidades de información, de sanación, de oportunidades hayan llegado. Si persistes en continuar haciendo lo mismo de siempre, si aún te aferras a lo conocido (que ya sabes que no te funciona, pero igual lo mantienes) de la Vieja Energía, te estás perdiendo la maravillosa ocasión de surfear la ola que está entrando con fuerza, sabiduría, amor, integración.

Este es un tiempo de EMPODERAMIENTO. Hemos dejado nuestro poder en manos de instituciones gubernamentales, sociales y religiosas. Nos hemos lavado las manos, echando culpas afuera. Hemos jugado el papel de “víctimas” extensamente, haciendo de niños indefensos en búsqueda de padres que se hagan cargo. Y/o hemos actuado de todopoderosos, exigentes, perfeccionistas, dioses en miniatura… del Ego.

La paradoja es que somos poderosos más allá de cualquier medida. Somos co-creadores con Dios. Es momento de hacerlo con conciencia. Hemos construido desde la inconciencia, desde los mandatos familiares y sociales, desde la carencia y la desconfianza, desde la lucha y el autoritarismo.

¿Cómo inicias este hermoso proceso de afirmarte como Ser Espiritual transitando la Experiencia Humana? Por casa. Esto es: por ti. Antes, era más fácil evangelizar, “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”. Se terminó. Se nos exige coherencia, integridad, verdad (por eso titulé a los Libros: Encuentra tu verdad y crea tu vida). Deja que los demás encuentren su propia verdad, su propio camino. Tú encárgate del tuyo.

Comienza por casa: tu cuerpo. Muchos tienen la idea equivocada de que la Ascensión implica olvidarse de lo físico, pasársela meditando en otras dimensiones. Estamos aquí para espiritualizar la materia, para refinar este cuerpo increíble. Si no te responsabilizas de él, de tus relaciones, de tu trabajo, de tu vida cotidiana, recibirás un brusco despertar.

Continúa con tus emociones. Ellas son mensajeras de lo que te sucede, pero no son tus dueñas. Transmútalas y energiza los más altos sentimientos. Toma el mando de tu mente: permites que los más tontos y errados pensamientos te gobiernen.

Reclama tu poder y crea la vida que sueñas. Este es el mensaje del 8.8.8. ¿Tienes que hacer algo en especial hoy? No. Las meditaciones y rituales que no estén en concordancia con tu vibración serán inútiles. Mejor tómate un momento y busca en tu corazón qué clase de ser humano quieres ser, qué realidad quieres potenciar, cómo es el mundo en el que deseas vivir. Escríbelo, visualízalo y, sobre todo, vívelo como si ya fuera realidad.

Ahora más que nunca se manifestará de acuerdo a tu energía. Entonces, deja de mentirte y de ocultarte. Saca a la luz todos tus aspectos. Reconócelos. Elige no activar los que no te sirven para tus propósitos y potencia los que sí. Acalla a tu Ego y comienza a escuchar a tu Alma. Vive el Nuevo Mundo. Ya sabes que aquí estoy para acompañarte. ¡Decídete! ¡Persevera! El Universo entero te apoya. Dios te ama.

jueves, 7 de agosto de 2008

Sosteniendo la tensión

Tanto en lo personal como en lo profesional, observo que hay días (como los actuales) en que es necesario mantener una visión, una actitud, una terapia, un proyecto.

Cuando todo está marchando, es fácil continuar; es más, tendemos a “subirnos al caballo” y creernos que ya lo conseguimos, que somos geniales, que las puertas del Cielo se abrirán de par en par.

Cuando llegan las resistencias, los malos momentos, las contramarchas, los nuevos aprendizajes… también llegan los bajones, las renuncias, los viejos hábitos, los descontroles.

En principio, se trata de aceptar lo que sucede. Dramatizar, exagerar o desistir no sirve. Algo está sucediendo, así que mejor es tomarlo en cuenta. ¿De qué se trata? ¿Alguna defensa, algún aspecto que quiere hacerse escuchar? ¿Algo nuevo que considerar y estamos evitando? ¿El lógico ritmo del tiempo, que fluye y refluye? ¿Cosas que liberar? ¿Oportunidades de aprender paciencia, confianza, perseverancia? ¿Nos regodeamos en el placer de lo negativo y el sufrimiento?

Estos son momentos de reconsiderar, de reflexionar, de observar para hacer cambios, de conocerse más intensamente. Son preciosos tiempos para nutrir la idea original, para tomar fuerzas, para profundizar, para exhalar lo viejo e inhalar nuevos aires que sustenten lo que deseamos.

Cuando nada pasa o todo pasa y no queremos hacer nada, significa que es tiempo de sostener lo que queremos ser o lograr, de mimarnos, de confiar. Te lo digo y me lo digo. Hace poco, leí que, en los peores momentos, parece que Dios nos abandona, que estamos solos. Y es así. Esto tiene un propósito: debemos aprender a ser fuertes, confiados, amorosos y sabios por nosotros mismos. Si no, Dios se convierte en un bastón, en el Padre que nos saca de problemas y así no permite que crezcamos y nos hagamos responsables y creadores de nuestra propia vida.

Somos a imagen y semejanza: Él nos quiere como Él.

martes, 5 de agosto de 2008

¿Leés y no concretás: cómo te resistís?

Desde que aprendí a leer, he sido algo así como un scanner de información. Terminé rompiendo el diccionario que había en casa de tanto consultarlo y decía que leía hasta el envoltorio del papel higiénico (¡y era cierto!). Muchas veces, tenía auténticos embrollos por leer dos libros al mismo tiempo que afirmaban exactamente lo contrario. Solucioné esto dejando entrar los conceptos y confiando en que, en algún momento, se iría a realizar una síntesis en mi interior… cosa que sucedía.

Lo que comencé a darme cuenta era que toda esa monumental información era, a la vez, una excusa y una carga. Una excusa porque me era más simple leer que practicar, porque siempre me faltaba aprender algo más, porque ser una eterna estudiante era más fácil que ser una maestra. Una carga porque tanto conocimiento acumulado exige ser concretado, porque el palabrerío aprendido está bueno para hermosas charlas entre “iniciados” pero no sirve para realmente disfrutar una vida plena. Se necesita acción.

Así que, por un lado, me propuse leer con la única condición de descubrir cómo llevarlo a mi vida diaria y, por otro lado, hacer seminarios o estudios o terapias que se focalicen en llevar una espiritualidad práctica, cotidiana, integrada. Tanto en mi vida personal como profesional, éste es mi propósito continuo (porque siempre se está evolucionando).

Percibo que ésta es una falencia enorme en la mayoría de las personas que desean hacer cambios en sus vidas. Están llenos de información, hacen decenas de talleres, pasan de una terapia a otra, pero no logran más que correcciones cosméticas, no profundas. Otros, por el contrario, sienten la urgencia de realizar transformaciones, pero no están suficientemente orientados acerca de nuevas visiones y recursos para lograrlas. Unos y otros, en un cierto punto, se topan con las resistencias del Ego y no inician o abandonan o dejan inconcluso el camino que los llevará a innovadoras y ricas etapas de su desarrollo. ¿De qué formas lo hacés? Veamos algunas:

- Adicción al sufrimiento: ¿te resulta extraño?; sin embargo, en una cultura que privilegia la lucha, el esfuerzo y la superación de dificultades a cualquier costo, esto termina siendo una identidad: “el sufrido”. Pasa a ser una forma de vida, una seguridad saber que seguirás padeciendo y enfrentando problemas por siempre.

- Comunicación negativa: contar todo el tiempo tus dificultades, tratando de que las entiendan y te compadezcan o te valoren o te aprueben por ello es un gran obstáculo. Esto puede incluir escuchar las de los otros, siendo la “oreja perfecta” y dando consejos y ayuda sin cesar.

- Orgullo: así como podés sentirte orgulloso de tus logros, también podés estarlo de tus múltiples inconvenientes. Esto es insidioso y sutil, pero quizás te haga sentir “especial” estar lleno de cargas y seguir adelante.

- Búsqueda de entendimiento: pasar la vida tratando de comprender las causas por las que sos cómo sos y lo que te sucedió puede ser una buena forma de quedarte en lo mismo. No es necesario que sepas todo para cambiar.

- Tiempo: “estoy demasiado ocupado”, “no dispongo de tiempo para mí”, “si no funciona rápido, no me sirve” son excelentes pretextos. Es cierto que vivimos tiempos rápidos, pero hemos hecho eso justamente para no ocuparnos de nosotros mismos. Nada de lo que hagas fuera de ti te traerá la paz, la alegría de vivir y el amor que anhelas.

- Dinero: seguramente la excusa mayor. Gastarás en una heladera nueva, en otro abrigo para el niño, en salir a comer, en… lo que sea, menos en tu propio desarrollo. Eso es lo último, si sobra. Después, te preguntás porqué te sentís vacío, deprimido, ansioso, desmotivado.

Seguramente, si sos sincero con vos mismo, te habrás sentido identificado con algunas de estas resistencias. Comprendé que es normal sentirlas, porque el Ego no quiere cambiar, desea seguir conservado el poder y manejarte a través de sus miedos, prevenciones y controles. Pero, también entendé que el Ego es un instrumento de tu Alma para moverte en el mundo. Por un error, él te manipula cuando sos vos el que debe ser su conductor.

Advertí también que el cambio no es complicado ni difícil. No requiere de técnicas ni de rituales ni de más información. Es orgánico, simple, natural, fluyente, integrado. Contiene gracia, abundancia, sabiduría, creatividad por sí mismo. Sólo te pide que te pongas a vos mismo en el camino de tu alma y que desoigas la voz del Ego que te dice que todo eso son mentiras. Probá y lo sabrás. Te lo garantizo. ¿Acaso no te lo susurra tu corazón también?

sábado, 2 de agosto de 2008

Agosto: mes energético

Este mes es muy importante. Ayer, se produjo un eclipse de sol y el 16 habrá uno de luna. El 8.8.8, será un día de gran infusión de energías divinas en la Tierra.

Estamos evolucionando hacia el Ser Humano Divino, mientras nuestro hermoso planeta prosigue su ascensión. ¿Cómo notas esto? Muy probablemente, tengas muchos de los síntomas asociados a ello. Lee ¿Qué es la Nueva Energía?

Todo lo que mantenemos en secreto, en las sombras, lo que no queremos ver o afrontar, saldrá a la luz (si no lo ha hecho ya). La razón de esto es que debemos limpiarnos para poder acceder a mayores niveles de energía. Cuanto más nos resistamos, más difícil será. Por eso, lo más sabio (y sencillo) es aceptarlo y elaborarlo, liberándolo. Así, grandes aspectos nuestros, llenos de alegría, creatividad, amor, paz, podrán comenzar a participar de nuestras vidas como ha sido predicho.

Tenemos la idea de que cualquier cambio es complicado, doloroso, agotador. En realidad, mantener las mentiras lo es. Cuando nos decidimos y ponemos nuestra energía en la transformación, todo el Universo se alinea con nosotros para ayudarnos, porque eso es lo que se espera. No me lo creas: comprobalo.

viernes, 1 de agosto de 2008

Confiando

Estos días, han sido exitosos en creaciones positivas. Siempre somos exitosos en crear, ya que todo lo que somos y nos está sucediendo es nuestra personal construcción. El tema es que, muchas veces, concebimos obras que nos hacen sufridos o carentes o dolientes.

Una amiga me quiso regalar un Mp3 y le dije que prefería usar ese dinero para cambiar mi celular (viejito pero rendidor). Decreté uno que tuviera determinadas características y que costara cierto precio. Después de investigar, encontré en Mercado Libre el que exactamente deseaba y se lo compré casi nuevo a un chico muy amable por el monto que me había propuesto. Mi padre, que me escuchó hablar sobre el celular, me regaló lo que faltaba. O sea, el de mis sueños y gratis.

Como tenía que ir a buscarlo al Microcentro, aproveché para averiguar por un cheque americano por el cual me habían puesto muchas trabas para cambiarlo. Lo hice en un santiamén sin problemas.

Llego a casa y dos pacientes que habían “desaparecido” misteriosamente me llaman para regresar. El encargado del edificio me cuenta que, por fin, va a venir un arquitecto a ver unos problemas que tengo con el consorcio. Descubro la forma de arreglar un tema con mi teléfono inalámbrico.

En el medio de esto, también tengo algunos problemas. No es que tooodooo está perfecto… o sí… Me he dado cuenta, o mejor dicho, he recordado que la clave es confiar. Cuando me enojo o dudo o temo o me preocupo, las cosas se traban o se desarreglan. En cambio, cuando logro borrar la voz del Ego y confío, todo fluye y es cuándo, cómo y dónde deba ser. A propósito: ¡gracias!