viernes, 1 de agosto de 2008

Confiando

Estos días, han sido exitosos en creaciones positivas. Siempre somos exitosos en crear, ya que todo lo que somos y nos está sucediendo es nuestra personal construcción. El tema es que, muchas veces, concebimos obras que nos hacen sufridos o carentes o dolientes.

Una amiga me quiso regalar un Mp3 y le dije que prefería usar ese dinero para cambiar mi celular (viejito pero rendidor). Decreté uno que tuviera determinadas características y que costara cierto precio. Después de investigar, encontré en Mercado Libre el que exactamente deseaba y se lo compré casi nuevo a un chico muy amable por el monto que me había propuesto. Mi padre, que me escuchó hablar sobre el celular, me regaló lo que faltaba. O sea, el de mis sueños y gratis.

Como tenía que ir a buscarlo al Microcentro, aproveché para averiguar por un cheque americano por el cual me habían puesto muchas trabas para cambiarlo. Lo hice en un santiamén sin problemas.

Llego a casa y dos pacientes que habían “desaparecido” misteriosamente me llaman para regresar. El encargado del edificio me cuenta que, por fin, va a venir un arquitecto a ver unos problemas que tengo con el consorcio. Descubro la forma de arreglar un tema con mi teléfono inalámbrico.

En el medio de esto, también tengo algunos problemas. No es que tooodooo está perfecto… o sí… Me he dado cuenta, o mejor dicho, he recordado que la clave es confiar. Cuando me enojo o dudo o temo o me preocupo, las cosas se traban o se desarreglan. En cambio, cuando logro borrar la voz del Ego y confío, todo fluye y es cuándo, cómo y dónde deba ser. A propósito: ¡gracias!

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