miércoles, 18 de junio de 2008

De conflictos y armonías

Hace tres meses, Argentina está en medio de un debate entre el campo y el gobierno. Es difícil saber todas las razones detrás de él porque, como siempre, cada uno tiene sus propios fines y los defiende mientras oculta los intereses furtivos. Detrás de todo esto, ciertamente hay un panorama mucho más grande en el que es complicado ahondar ya que va más allá de nuestra comprensión (y no me estoy refiriendo sólo a lo que podemos inferir en esta tercera dimensión sino a grandes movimientos energéticos en los que estamos todos envueltos).

¿Qué hacer? Una amiga que es muy implicada políticamente me confrontó, enojada, porque yo no tomaba partido. Le expliqué que, si voy a ser impecable con mi verdad y con mi propósito en esta vida, no puedo hacerlo. Elegir implica continuar la dualidad, intensificar el conflicto, agregar mi propia energía a la confusión y sufrimiento generalizados. No puedo teorizar acerca de integración y ascensión y, acto seguido, alinearme en un lado de la ecuación.

En esta disputa que, justamente, envuelve a la Tierra (nuestro Gran Hogar pleno de abundancia y generosidad) sería bueno que entendamos de una vez que hay para todos y que la carencia, la iniquidad y el desequilibrio son el resultado de factores humanos y no divinos.

Todos los días, en mi meditación, me sumo a la intención de equilibrio y de paz, pido que los involucrados sean iluminados hacia una resolución que implique el bien mayor para todos, me armonizo en mi propia quietud, sabiduría y amor incondicional. Esto último es lo más importante: sólo puedo dar lo que soy y tengo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente es lo que yo tambien pido; Paz, armonia; Verdad; con todo mi amor para que se iluminen y resuelvan todo para bien

Gracias por tus palabras
roxana

Anónimo dijo...

Excelente es lo que yo tambien pido; Paz, armonia; Verdad; con todo mi amor para que se iluminen y resuelvan todo para bien

Gracias por tus palabras
roxana