El propósito de esta
historia es mostrarnos una importante lección espiritual: la certeza sin acción
no es suficiente. Vinimos a este mundo a ser los creadores de nuestro propio
destino. Así pues, subir al bote, agarrar la escalera –hacer el esfuerzo– es
nuestro trabajo. Nunca estamos solos en nuestra tarea, pero nuestro trabajo
consiste en activar el proceso con nuestras acciones. Tomémonos el tiempo esta
semana para hacer el trabajo necesario para empezar a manifestar la Luz.
Enfocarnos únicamente en la voluntad física nunca nos traerá felicidad
duradera, ni tampoco apoyarnos exclusivamente en la espiritual. Necesitamos las
dos para experimentar satisfacción al 100%.
Yehuda Berg
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