El cuerpo es una muestra de esto. Tiene simples recursos para muchos asuntos y, en lugar de utilizarlos, los encubrimos. Una de estas herramientas es el bostezo. ¡Sí! El sencillo y reconfortante bostezo. Te cuento sus ventajas:
- Te permite tomar grandes cantidades de aire (y energía) en minutos. Te sirve cuando necesitas despertarte, aclarar tu mente, activarte y también aflojarte. Un uso desconocido: calma la angustia, la opresión en el pecho, la ansiedad, etc.
- Relajas: la cara, el cuello, la cintura, el pecho. Esto es porque, al abrir grande la boca, sueltas las articulaciones de la mandíbula y las cervicales; al expandir el diafragma, liberas las lumbares; al desplegar el pecho, ensanchas los músculos del esternón y las costillas.
- Sueltas toxinas al llorar.
¿Requisitos? Hacerlo en serio: aspirar aire como si fueras un turbo (de una vez o en sucesivas succiones hasta que llegues a tu máximo); abrir la boca todo lo que puedas; dilatarte en todas direcciones (pecho, panza); seguirlo hasta que te salten las lágrimas; acompañarlo con estiramientos del cuerpo una vez que ya estás bostezando ampliamente. ¿Cómo puedes perderte tantos beneficios con tan poco? ¡Provócalo ahora!
No hay comentarios:
Publicar un comentario