lunes, 30 de septiembre de 2013

¡Decide ser feliz! 22 hábitos que te ayudarán

¿Eres feliz? ¿O eres de las personas que otros dicen que lo tienes todo para ser feliz, pero no te sientes así? ¿No entiendes cómo otros tienen menos y se sienten felices?
Ser feliz es una decisión. A esta conclusión llegó el Dr. Martin Seligman, padre de la psicología positiva y profesor de la Universidad de Pennsylvania, quien estudia la felicidad desde hace más de 30 años.  Al Dr. Seligman le sorprendió que la búsqueda de la felicidad no consiste en buscar placer; ese es un beneficio añadido. La felicidad es una sensación de bienestar basada en vivir con significado y propósito.  La gente feliz tiene unos hábitos diarios específicos que tú puedes imitar fácilmente y conseguir esa sensación liviana de alegría, significado y motivación para vivir mejor y motivar a otros.

1.    Rodéate de gente feliz. La alegría es contagiosa. Aléjate de los deprimidos y negativos que te drenan y pasa más tiempo con gente que te levante el ánimo.
2.    Sonríe honestamente, sintiendo realmente esa sonrisa. Cuando tu ánimo no esté bueno, piensa en algo feliz y sonríe. Eso levanta tu nivel de felicidad y te hace más productivo. Fingir la sonrisa como una mueca mientras sientes emociones negativas, empeora tu estado de ánimo y los demás lo notan.
3.    Cultiva la resiliencia. Según el psicólogo Peter Kramer, la resiliencia es lo opuesto a la depresión. La gente feliz sabe rebotar y recuperarse del fracaso.
4.    Intenta ser feliz. Tratar deliberadamente de ser feliz aumenta tu bienestar emocional.
5.    Cobra consciencia de lo bueno que hay en tu vida; cuenta tus bendiciones. Es importante celebrar los logros grandes que te ha costado gran esfuerzo realizar, pero la gente feliz también celebra las victorias pequeñas.
6.    Aprecia los placeres simples. La gente feliz se disfruta cada segundo de comerse un helado…tomar un café…sentir la brisa fresca del mar…el momento de felicidad de un amigo…las travesuras inocentes de un niño y otras situaciones simples, pero lindas de la vida. Se toman tiempo para apreciar esos placeres simples que llegan solos.
7.    Expresa gratitud por todo lo que haces y recibes. Este hábito trae una sensación interior de alegría.
8.    Haz algo por alguien. La gente positiva hace algo bueno por alguien en cualquier momento del día y ese bien les regresa. Los que ayudan a otros tienen mejor salud física y menos depresión.
9.    Date permiso para perder la noción del tiempo. Cuando estás inmerso en una actividad que te gusta, te reta, te vigoriza y tiene significado, las horas vuelan sin darte cuenta y te sientes fluyendo y flotando. La gente feliz busca esa sensación en las actividades que disfruta.


10. Atrévete a cambiar las conversaciones triviales por conversaciones profundas. Sentarse a conversar profundamente sobre lo que te hace feliz es una práctica importantísima para sentirte satisfecha sobre tu vida. Ten el valor de ser tú y de expresar tus sentimientos y pensamientos.
11. Gasta dinero en otra gente. Esto tiene un impacto más directo en la felicidad que gastar dinero en uno mismo. ¿Cómo te sientes cuando le compras a una amiga algo que sabes que necesitaba?
12. Hazte el propósito de escuchar. Cuando decides escuchar a los demás, les demuestras confianza y respeto. Saber escuchar es una destreza que fortalece las relaciones y te hace sentir que tu presencia sirve un propósito.
13. Conéctate personalmente. Podemos vernos y hablarnos por medios electrónicos. Sin embargo, invertir dinero y tiempo en visitar para abrazar y hablar personalmente no tiene sustituto en tu bienestar y el del prójimo. El sentido de pertenencia solamente se nutre de la interacción personal, que además reduce los sentimientos de ansiedad.
14. Mira el lado positivo de todo. El optimismo ofrece abundantes beneficios de salud como menos estrés, mayor tolerancia al dolor y mayor longevidad a quienes sufren del corazón.
15. Escucha música armonizadora. La música es tan poderosa que puede igualar los efectos reductores de ansiedad de la terapia de masajes.
16. Desconéctate de vez en cuando. Medita o desconéctate de todo lo electrónico. Hablar por el celular aumenta el estrés y la presión arterial. Demasiado tiempo en la computadora produce depresión y fatiga. Cuando te desintoxicas de todo esto, el cerebro se recupera y aumenta tu resiliencia.
17. Desarrolla tu vida espiritual. Las experiencias espirituales y trascendentales tienen un efecto restaurador, positivo y sanador, especialmente si son parte de tu vida diaria, semanal o de tus ciclos de vida.
18. Haz del ejercicio una prioridad. El ejercicio estimula endorfinas y las endorfinas te causan felicidad. Sientes tu cuerpo mejor aunque no reduzcas de peso.
19. Sal fuera de las paredes. Toma aire fresco; el contacto con el aire y la naturaleza energiza.
20. Pasa un buen rato sobre tu almohada después del sueño.  Cuando no duermes bien, te levantas ansioso, con poca claridad mental y de mal humor. Duerme bien y cuando despiertes, regodéate un ratito y luego levántate.
21. Ríete a carcajadas, a todo volumen. La risa es la mejor medicina. Una buena carcajada libera los mejores químicos cerebrales que te ayudan a tolerar el dolor y el estrés, controlar el apetito, reducir el colesterol y estimular el sistema inmunológico.

22. Camina diferente. La gente feliz camina a pasos largos, con la cabeza levantada y moviendo los brazos de un lado a otro, estilo “aquí voy yo”.

viernes, 27 de septiembre de 2013

El empuje luminoso


“Te pregunté qué sentís y no qué pensás, porque vos pensás demasiado. Tenés que dejarte vivir y esperar la respuesta. Pensás y pensás. Creés que cavando con una pala vas a llegar más rápido a los cimientos. Escarbando con el dedo igual vas a llegar. No uses tanto tu voluntad personal, no revuelvas tanto dentro de tu cabeza. Hay que dejarse empujar por el alma”.


Este comentario de Flavio Cabopianco cuando tenía 7 años me parece muy pertinente en estos tiempos de insistencia en que “todo es mente”… Seguramente no es la mente que usamos todos los días y que está viciada de errores.  Mejor, estoy dejando que el alma me empuje…

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Mirada de Amor

La primera vez que Ulay vio a Marina ella estaba desnuda en público y se dibujaba con una cuchilla un símbolo comunista en su vientre. Era 1976, en Amsterdam. Fue más que un amor a primera vista. Ella era serbia, él alemán. Ambos nacieron un 30 de noviembre de años distintos. Se dedicaban, de alma, a hacer performances locas y marginales. A los dos les interesaban los humanos. Comprometidos íntimamente con lo simbólico, cuando su relación se acercaba al final, realizaron una última performance titulada Los amantes: Marina y Ulay empezaron por separado a caminar en los dos extremos de la Gran Muralla China. Después de una larga caminata, se abrazaron y dejaron de verse durante 23 años.


Muchos años después ella expuso en el MoMa y presentó su muestra “‘El artista está presente”, donde tenía que mirar durante un minuto, en silencio, a todos los que se sentaban frente a ella. Siguiendo con los símbolos inalterables, demostraron cómo el amor, cuando es real, no puede ocultarse, ni destruirse por el paso del tiempo. Vean, por favor, este video que muestra cómo las miradas con amor son eternas a través de los años. El vinculo emocional entre dos seres humanos, trasciende las ideologías, las religiones, las filosofías, las geografías. El espacio y el tiempo. Es infinito. Porque el amor es la fuerza más poderosa del universo y porque el amor todo lo puede, esto es, queridos amigos, lo que pasó entre él y ella cuando Ulay llegó:

lunes, 23 de septiembre de 2013

¿Cómo salir de la inercia y la reacción?

Cuando nos cuestionamos porqué nos cuesta tanto comenzar a hacer cambios, hay un factor furtivo que no tomamos en cuenta: la inerciaLa definición misma es muy clara: “la resistencia de los cuerpos para cambiar su estado de reposo o de movimiento sin la intervención de alguna fuerza”.

Tanto sea que estemos atascados y necesitemos movilidad o que estemos acelerados y precisemos serenidad, nada pasará si no intervenimos activamente. Y no se trata de alguna acción tan fuerte y drástica que cree reacción.  Otra definición: “dos cuerpos que obran uno sobre otro desarrollan dos fuerzas que actúan en la misma dirección, que son de igual intensidad, pero de sentidos opuestos”.

Estos dos principios físicos son sumamente importantes: cuando nos dejamos llevar por la inercia, navegamos en mares conocidos, somnolientos por las corrientes repetitivas de nuestros procesos adquiridos.  En cierto momento, el cambio se nos impone de alguna forma.  Entonces, queremos solucionarlo agresivamente actuando en el exterior y recibimos una reacción igual de violenta, con lo que terminamos volviendo a la inercia.  Es un yo-yo desgastante.

¿Qué hacer?  Como siempre, la respuesta está en vivir concientemente.  Si advertimos que estamos enredados en una actitud que nos produce daño, procederemos a observar cómo se desarrolla.  Por ejemplo, nos damos cuenta de que tenemos una mala relación con el dinero:
Usamos decretos tipo: “la plata es sucia”, “no me lo merezco, es mucho para mí”, “siempre me echan/quiebro/me estafan/me explotan/tengo deudas”, “yo soy espiritual”.
Estamos cargados de hombros, con el pecho hundido, respiramos superficialmente, nos frotamos las manos nerviosamente.
Nos justificamos con que somos pobres pero honrados, que nuestra familia siempre luchó duramente para conseguir lo poco que tiene (aquí hay una creencia generada en la infancia: continuaremos la “tradición”, trabajando duramente sin lograr la abundancia),
Nos enganchamos en empleos esclavizantes, no pedimos lo justo por lo que ofrecemos, nos juntamos con otros parecidos para quejarnos, etc.

Cuando tomemos conciencia de estas conductas, las transformamos reemplazándolas por otras que elijamos por nosotros mismos y no por mandatos familiares y sociales y por nuestras limitaciones.  Este es un trabajo interno, diario, constante, concreto.  Se trata de atraparnos en lo conocido y reemplazarlo por una postura enraizada y centrada, por nuevos decretos de merecimiento y prosperidad, por ponernos metas anheladas profundamente, por atraer personas y situaciones que estén en esa línea, etc.  (el Curso de Creación Integral te puede ayudar mucho).



Para romper la inercia se necesita inspiración y motivación, amarnos y respetarnos, ser guiados desde el interior y no desde el exterior, darnos cuenta de que somos seres humanos divinos, en un camino de creación continua.  Las claves son realizar pequeños pasos cotidianos, relajarnos en la guía de nuestra alma, agradecer todo, seguir la Luz que brilla incandescente en nuestro corazón.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Sol-edad


“La soledad no es aquello que sucede cuando estás solo, sino aquello que sientes cuando no puedes estar contigo mismo”.  Aprecio esta afirmación de Osho, sobre todo cuando observo personas que aceptan cualquier cosa con tal de no estar “solos”, y se pierden de encontrarse con las maravillas que poseen en su interior.  

Cuando podemos ser la mejor compañía para nosotros mismos, entonces podemos ser la mejor compañía para otros.  Somos el Sol que ilumina todo.

lunes, 16 de septiembre de 2013

21 mensajes para transmitir a la siguiente generación

1.-Eres un ser deseado. Estás aquí porque el Universo lo quiso.

2.-Siente que eres libre de ser lo que eres, no permitas que nada ni nadie te etiquete, ni te imponga guiones que no se corresponden con tu autenticidad.

3.-Cada ancestro de tu árbol es un don que hay dentro de ti para ser usado a tu favor y al de todo el Universo.

4.-Aprende a no pedir amor, simplemente ama.

5.-Cree en los pequeños milagros de cada día y atiende a las coincidencias, en ellas hay mensajes ocultos que te guían en el correcto camino.

6.-Cada día, haz un acto generoso con alguien cercano.

7.-Si en tu árbol genealógico hubo traumas, sánalos actuando.

8.-Déjate guiar por tu cuerpo, es sabio. Él te alertará de las situaciones de las que debas alejarte, sintiendo tensión y malestar. También te dirá cuando estás alineado con lo que eres, sintiendo relajación y bienestar.

9.-No contamines tu cuerpo con tóxicos o una mala alimentación.

10.-En cuanto puedas, sé independiente. Trabaja utilizando tu creatividad y hazte adulto.

11.-Escribe un poema cada día.

12.-Busca y provoca situaciones que te hagan reír.

13.-Tiende a compartir, a colaborar a ser solidario.

14.-Cuando tengas problemas, puedes analizarlos, puedes hablarlos, pero ten por seguro que hasta que no actúes no se producirá la transformación.

15.- Siente GRATITUD por todo lo que te regala el Universo.

16.- Recuerda que nada en este plano de existencia perece, sino que se transforma.

17.-Lee, estudia, conoce… experimenta por ti mismo.

18.-No te apegues a nada material. No consumas lo que no necesitas.

19.-Tampoco te apegues a ninguna creencia. Lo mismo que tu cuerpo se renueva constantemente, también lo deben hacer las ideas.

20.-Siembra cada día las semillas que te lleguen de dentro o de fuera. La semillas pueden ser palabras, caricias, belleza, acciones. Ellas son los gérmenes de más sabiduría, amor, arte y salud.

21.-Cuida con mimo el territorio que está más allá de tu cuerpo, tu casa, tu barrio, tu ciudad… el planeta y el Universo.
Alejandro Jodorowsky

viernes, 13 de septiembre de 2013

Arenas del pasado


Cuanto vi esta foto, instantáneamente la relacioné con mi pasado, porque así se siente: desintegrándose a medida que avanzo. Sólo aquí y ahora...

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Consecuencias de la dependencia...


No sirvió para nada que llenaras el cántaro de miel,
porque, al llevarlo a mi boca, quedó convertido en amarga hiel.
Cuanto más me sujetas, más miedo tengo de caer.
Me marché de mi espacio y me hiciste un hueco en tu piel.
Y, como en un rosario, recé cada parte sin entender que
cuanto más me sujetas, más miedo tengo de caer.
Como una estrella perdida, vagué en tu universo y tuve sed.
Y, sin pensarlo, pusiste el océano a mis pies.
Cuanto más me sujetas, más miedo tengo de caer.

Bebe (canta-autora española)

lunes, 9 de septiembre de 2013

¿Cuál es tu contribución a la paz?

Estuve mirando una mini-serie llamada “Los pilares de la tierra”, ubicada en la Edad Media.  Constaté algo que me está pasando hace tiempo: frente a escenas de crímenes, prejuicios, celos, venganza, resistencias a lo nuevo, tragedias, siento rechazo, incluso físicamente a veces. 

Hace poco, escribí acerca de una irritación que muchos sentíamos.  En parte, porque nos estábamos cansando de que otros se alimentaran de nosotros con sus dramas y problemas (en lugar de solucionarlos por sí mismos), en parte con nosotros mismos por continuar con nuestros dramas y problemas en lugar de solucionarlos a fondo y en parte porque todo parecía retrasarse continuamente, por una cierta lentitud en los cambios profundos que anhelamos.

Estoy notando una sensibilidad aumentada con respecto a cómo reaccionamos frente a las situaciones.  No podemos soportar la violencia y el maltrato.  En la Edad Media, era “normal” la guerra y que se matara a cualquiera por cualquier motivo, tanto como la extrema pobreza.  Ahora, estamos comenzando a sentir que no es así cómo debemos vivir.  Por otro lado, estamos necesitando verdaderamente la alegría, la serenidad, las demostraciones de cariño y apoyo, la abundancia, el amor.  Nos conmovemos intensamente cuando esto sucede (me la pasé llorando en la mini-serie “Llamen a la comadrona”).

¿Qué hay detrás de todo esto?  Creo que estamos comprendiendo (inconcientemente a veces) que es perentorio crear un nuevo mundo.  En estos días, muchos piden que se rece o se medite por la paz en Siria.  Si bien puede ayudar, me parece que la verdadera contribución es que CADA UNO DE NOSOTROS esté en paz.

Como Humanidad, todavía creemos que la única forma de resolver los conflictos es luchando.  Esa lucha comienza en nosotros mismos, peleándonos con aspectos que no nos gustan, deseando ser otros, humillándonos, despreciando nuestras cualidades y pretendiendo lo que no tenemos.  Llevamos afuera esta lucha en las proyecciones que hacemos en los demás, queriendo destruir los espejos que nos muestran nuestros antagonismos internos, viendo enemigos externos.  Y así la espiral descendente continúa hasta terminar en la guerra entre países, en la miseria.



Cuando entendamos que lo que encontramos afuera se originó adentro, que el exterior es un reflejo del interior, entonces estaremos en condiciones de ser co-creadores genuinos.  Nos ocuparemos de resolver las dualidades que nos atormentan y estaremos en paz, integrados.  Así, atraeremos las personas y las condiciones para construir otra realidad.  Y la espiral será ascendente y un nuevo mundo será posible.


Es fácil echar culpas afuera y negar nuestra responsabilidad: “yo no soy tan así, no llego a esos extremos”.  No es cuestión de grados ni de lavados de manos.  Todos Somos Uno.  La comprensión real de esta verdad nos hará libres y amorosos.  ¿Cuánto nos llevará?  ¿Acaso eso importa?  Planta tu árbol, aun cuando no gozarás de su sombra.  Enciende tu luz, aun cuando sea pequeña.  Todo es esencial.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Tu magnificencia


“Si siempre intentas ser normal nunca descubrirás lo extraordinario que puedes llegar a ser”.  Esta afirmación de la multifacética Maya Angelou es un llamado de tu Ser para que abandones las creencias limitantes de tu Ego y te atrevas a liberar el potencial que traes para ser extraordinariamente tú y brindes tus dones al mundo.

jueves, 5 de septiembre de 2013

¡Oferta especial para MÉXICO!

Desde hace un tiempo, estoy recibiendo bastantes mails de amigos mexicanos interesados en distintas propuestas que envío, pero que se les hace muy difícil concretarlas porque la conversión de pesos mexicanos a dólares es muy caro. 

He decidido realizar un ofrecimiento por tiempo limitado del Curso por Internet de CREACIÓN INTEGRAL.  El mismo consta de seis Módulos de cuatro entregas semanales cada uno, que se envían por mail.  Incluye una tutoría por cada uno, más dos cursos gratuitos (uno sobre Abundancia y otro sobre Trabajo).  Más información aquí.

Cada Módulo tiene un valor de 50 dólares (275 en un único pago o dos de 140).
ENTRE EL 5 DE SEPTIEMBRE Y EL 5 DE OCTUBRE,
EL VALOR SERÁ DE 30 DÓLARES POR MÓDULO.
No hay descuento por pago en cuotas, porque se mantendrá el costo por todo el Curso, o sea que abonarán una de 180 o dos de 90 por los seis meses que dura el mismo.

Se puede pagar por tarjetas de crédito internacionales o por envío del dinero a través de empresas como Western Union, Moneygram o agencias que trabajen con Argentina. En cualquiera de las modalidades, lo cobrarán al cambio del día (30 dólares = 400 pesos aprox.).

Estoy a tu disposición para cualquier consulta.  Tu vida es tu creación: créala poderosa, próspera, luminosa y amorosamente.  Aquí estoy para acompañarte.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Dios hubiera dicho:

"¡Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que  quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.
Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.
¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú  mismo construiste y que dices que son mi casa!
Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es  en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.
Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad  fuera algo malo.
El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes  expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí  por todo lo que te han hecho creer.
Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada  tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un  paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito...  ¡No me encontrarás en ningún libro!
Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi  trabajo?
Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.
Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar.  Si yo te hice... yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias...  de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para  quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios  puede hacer eso?
Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en  tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.



Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro.
Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.
No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero  te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única  oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.
Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di.
Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar: ¿Te gustó?... ¿Te divertiste?...  ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?...
Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.
Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?
Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?...  ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.
Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas.   ¿Para qué necesitas  más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?
No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro... ahí estoy, latiendo en ti.
Baruch Spinoza