sábado, 30 de mayo de 2009

Reencuentro

Mi padre siempre habla de un hermano que desapareció de su vida por mucho tiempo y que reencontró ya fallecido. Lo quería y lo admiraba mucho. También, se sentía un poco culpable porque se había enojado con él cuando se fue en momentos de necesidad para la familia. No lo entendía porque era brillante, creaba cosas y luego las dejaba, no aprovechaba sus múltiples talentos. Cuando me hablaba de él, yo sentía que, en parte, también se refería a mí.

Se había enterado que tenía esposa y dos hijos y que también los había abandonado. Le dijeron que uno de ellos estaba en el sur. Hace un mes, a través de Facebook, una chica con mi mismo apellido me pide ser su amiga. Es de Trelew. Le pregunto por su abuelo, dándole datos… resulta ser la nieta de mi tío.

Cuando voy a dar talleres, nos encontramos ella y su madre. Me traen fotos de sus otros tres hermanos. Intercambiamos información y comprendemos mejor las circunstancias mentales y emocionales de mi tío. Son personas amorosas y abiertas. Cuando se estrenó “Dr. Zhivago”, aluciné cambiar mi nombre de Laura a Lara. Mi adolescente prima se llama Lara. Sentí que un ciclo se cerraba y que podíamos abrir otro. La Vida es inmensamente rica y dadora. Gracias.

jueves, 28 de mayo de 2009

Experiencia Trelew

Totalmente positiva: hermosa gente, vastos paisajes, rica comida, buena charla en la radio, profundo taller, tocantes sesiones, grandes aprendizajes. ¡MUCHAS GRACIAS!

Algunas fotos en el álbum "Precioso Sur" en Facebook, con este link:
http://www.facebook.com/photo.php?pid=30467811&l=856957b234&id=1023984690

miércoles, 27 de mayo de 2009

La física cuántica dice "Sí puedes"

Durante décadas, los poderes de la mente han sido cuestiones asociadas al mundo "esotérico", cosas de locos. La mayor parte de la gente desconoce que la mecánica cuántica, es decir, el modelo teórico y práctico dominante hoy día en el ámbito de la ciencia, ha demostrado la interrelación entre el pensamiento y la realidad. Que cuando creemos que podemos, en realidad, podemos.

El estudio sobre el cerebro ha avanzado mucho en las últimas décadas mediante las "tomografías". Conectando electrodos a este órgano, se determina dónde se produce cada una de las actividades de la mente. La fórmula es bien sencilla: se mide la actividad eléctrica mientras se produce una actividad mental, ya sea racional, como emocional, espiritual o sentimental y así se sabe a qué área corresponde esa facultad.

Estos experimentos en neurología han comprobado algo aparentemente descabellado: cuando vemos un determinado objeto aparece actividad en ciertas partes de nuestro cerebro... pero cuando se exhorta al sujeto a que cierre los ojos y lo imagine, la actividad cerebral es ¡idéntica! Entonces, si el cerebro refleja la misma actividad cuando "ve" que cuando "siente", llega la gran pregunta: ¿cuál es la Realidad? "La solución es que el cerebro no hace diferencias entre lo que ve y lo que imagina porque las mismas redes neuronales están implicadas; para el cerebro, es tan real lo que ve como lo que siente", afirma Joe Dispenza. En otras palabras, que fabricamos nuestra realidad desde la forma en que procesamos nuestras experiencias, es decir, mediante nuestras emociones.

La farmacia del cerebro
En un pequeño órgano llamado hipotálamo se fabrican las respuestas emocionales. Allí, en nuestro cerebro, se encuentra la mayor farmacia que existe, donde se crean unas partículas llamadas "péptidos", pequeñas secuencias de aminoácidos que, combinadas, crean las neurohormonas o neuropéptidos. Ellas son las responsables de las emociones que sentimos diariamente. Según John Hagelin: "hay química para la rabia, para la felicidad, para el sufrimiento, la envidia..."

En el momento en que sentimos una determinada emoción, el hipotálamo descarga esos péptidos, liberándolos a través de la glándula pituitaria hasta la sangre, que conectará con las células que tienen esos receptores en el exterior. El cerebro actúa como una tormenta que descarga los pensamientos a través de la fisura sináptica. Nadie ha visto nunca un pensamiento, ni siquiera en los más avanzados laboratorios, pero lo que sí se ve es la tormenta eléctrica que provoca cada mentalismo, conectando las neuronas a través de las "fisuras sinápticas".

Cada célula tiene miles de receptores rodeando su superficie, como abriéndose a esas experiencias emocionales. La Dra. Candance Pert lo explica así: "Cada célula es un pequeño hogar de conciencia. Una entrada de un neuropéptido en una célula equivale a una descarga de bioquímicos que pueden llegar a modificar el núcleo de la célula".

Nuestro cerebro crea estos neuropéptidos y nuestras células son las que se acostumbran a "recibir" cada una de las emociones: ira, angustia, alegría, envidia, generosidad, pesimismo, optimismo... Al acostumbrarse a ellas, se crean hábitos de pensamiento. A través de los millones de terminaciones sinápticas, nuestro cerebro está continuamente recreándose; un pensamiento o emoción crea una nueva conexión, que se refuerza cuando pensamos o sentimos "algo" en repetidas ocasiones. Así es como una persona asocia una determinada situación con una emoción: una mala experiencia en un ascensor, como quedarse encerrado, puede hacer que el objeto "ascensor" se asocie al temor a quedarse encerrado. Si no se interrumpe esa asociación, nuestro cerebro podría relacionar ese pensamiento- objeto con esa emoción y reforzar esa conexión, conocida en el ámbito de la psicología como "fobia" o "miedo".

Todos los hábitos y adicciones operan con la misma mecánica. Un miedo (a no dormir, a hablar en público, a enamorarse) puede hacer que recurramos a una pastilla, una droga o un tipo de pensamiento nocivo. El objetivo inconsciente es "engañar" a nuestras células con otra emoción diferente, generalmente, algo que nos excite, "distrayéndonos" del miedo. De esta manera, cada vez que volvamos a esa situación, el miedo nos conectará, inevitablemente, con la "solución", es decir, con la adicción. Detrás de cada adicción (drogas, personas, bebida, juego, sexo, televisión) hay pues un miedo insertado en la memoria celular.

La buena noticia es que, en cuanto rompemos ese círculo vicioso, en cuanto quebramos esa conexión, el cerebro crea otro puente entre neuronas que es el "pasaje a la liberación". Porque, como ha demostrado el Instituto Tecnológico de Massachussets en sus investigaciones con lamas budistas en estado de meditación, nuestro cerebro está permanentemente rehaciéndose, incluso, en la ancianidad. Por ello, se puede desaprender y reaprender nuevas formas de vivir las emociones.

jueves, 21 de mayo de 2009

¡Adoro la Nueva Energía!

En estos días, estoy surfeando con la Nueva Energía. Todo lo que se me ocurre, llega fácil y rápidamente. Desde multitud de pequeñas cosas hasta otras más complejas, estoy siendo llevada por la corriente. Dos ejemplos:

Para este invierno, me había propuesto hacerme un peeling químico. Una compañera me invita a ser “conejito de indias” para un laboratorio (presentan los productos a dermatólogos y cosmetólogos). Voy a tener gratis no sólo lo que quería sino mucho más.

Lo más maravilloso se da con el taller en Trelew. A la distancia, con la inestimable ayuda de Dora, quien no tiene ninguna experiencia en organizar, se están dando sencillamente todos los pasos previos, más allá de mis mejores sueños.

Siento una serenidad, una confianza, un entusiasmo, una conexión que salen del alma. Por supuesto, aparecen inconvenientes. No me centro en ellos, los suelto y confío en su solución… y se produce! AMO VIVIR EN ESTA ÉPOCA!!

lunes, 18 de mayo de 2009

¿Estás enamorado de ti mismo?

En estos días, algunos pacientes están descubriendo un costado “sorprendente” de sus relaciones con sus roles dolorosos o limitantes: les dan goce. ¿Cómo puede ser eso posible?

En nuestra infancia, todos hemos sufrido heridas y privaciones. Nos hemos sentido lastimados, rechazados, desamparados, confundidos, conflictuados. Para evitar estas sensaciones, nos hemos entumecido. Lo hicimos a través de cortar la respiración, contraernos, anestesiarnos, restringirnos físicamente (por eso, es tan fundamental trabajar lo corporal juntamente con lo mental).

Esta insensibilidad hacia el dolor propio se extiende hacia el de los demás. Aunque haya una corriente del alma de empatía, la coartamos porque nos recuerda nuestro sufrimiento. Podemos sobrecompensarla con sentimentalismo y simpatía exagerada, pero no son auténticas.

En este clima, surge el miedo a los otros y, consecuentemente, la compulsión a defendernos y lastimar a quienes sentimos que nos hacen sufrir con sus actos o con su indiferencia. Esta fantasía de daño (que también podemos llevar a la acción) nos llena de culpa y vergüenza.

Pero, ¿cómo llegamos al goce? No podemos vivir sin placer. Ponemos este principio erótico al servicio de la herida, del dolor. Esta combinación es desastrosa. Por un lado, al no tener conciencia de ello, nos dedicamos a “encontrar” (crear) situaciones que satisfagan este alimento malsano. Repetimos incesantemente personas o circunstancias que nos hagan sentir las heridas fundantes de nuestra infancia asociadas al placer negativo. Por otro lado, muchas veces, esta mezcla nos hace ocasionar daño a otros o soportarlo pasivamente o activar condiciones de rechazo. Esto crea, a la vez, un retraimiento y un anhelo doloroso de la experiencia del amor.

¿Cómo comenzar a solucionar esto? Tomando conciencia de este circuito. Descubriendo las áreas de insensibilidad ante el propio dolor y el de los demás. Encontrando esos aspectos en que se mezclan la corriente de placer con una situación negativa.

Te puede resultar extraño este conflicto pero es común a todos. Observa tus fantasías, sueños, pensamientos obsesivos. Ellos están colmados de información acerca de esto. Ya sea que te veas víctima o victimario, allí están concentradas estas mezclas de goce, en donde te identificas con esos aspectos. Una paciente se quedó pasmada al darse cuenta de que estaba enamorada de este rol, ya que la hacía sentirse especial, distinta, mejor. Otro sentía una momentánea oleada de cariñosa empatía hacia algún aspecto suyo o de otra persona e inmediatamente lo bloqueaba y se insensibilizaba.

¿Cómo desecharlo definitivamente? Aceptando este dolor. Este circuito se inició en tu infancia porque no podías afrontar el dolor. Eras un bebé o un pequeño niño. No podías ni tenías las herramientas para ello. Ahora, debes aceptarlo, abandonarte a él y liberarlo. Para ello, pregúntate en dónde no estás siendo íntegro, honesto, congruente con tu ser esencial.

Sobre todo, es necesario que te entregues a la poderosa corriente de Vida presente en ti. Que elijas con total conciencia las mejores expresiones de ti mismo, la comunión con tu alma, la conexión a la Fuente. Entonces, todo cobrará nueva vida y serás guiado fácil y sencillamente hacia la creación de actos y relaciones que se desarrollarán en el verdadero Amor.

viernes, 15 de mayo de 2009

Elecciones

Estoy viendo últimamente muchas situaciones que implican decisiones fundamentales. Pueden ser acerca de circunstancias personales, laborales, familiares, emocionales, espirituales… lo básico es que involucran elecciones. Según como yo lo veo, para simplificar mucho, son entre los paradigmas de la Vieja Energía y los de la Nueva.

En esta ilusión colectiva, nos hemos desbarrancado hacia el aspecto material de la existencia y lo hemos imbuido de lucha y esfuerzo, de adquisición y competencia, de injusticias y carencias, de miedos e inseguridades.

Nuevas formas están emergiendo y presionan para ser tomadas en cuenta. Conciente o inconcientemente, muchas personas se están planteando no sólo lo que son y tienen sino cómo lograrlo. Están perdidas, cansadas, hartas. ¿No hay otra manera?

Sus almas los están guiando hacia la Nueva Energía, a través de libros, webs, encuentros, terapeutas (como yo), “casualidades sincrónicas”. Una vez adentrados en ella, permanecen un tiempo con un pie en un lado y un pie en el otro. En algún momento, es necesaria una decisión. Como en toda elección, evaluamos los pros y los contras y, muchas veces, nos quedamos paralizados en la disyuntiva, sin dar el paso final. ¿Qué se nos pide abandonar? Nada más que el sufrimiento.

martes, 12 de mayo de 2009

¡Voy a Trelew!

Aceptando la amable invitación de Dora, voy a estar en Trelew desde el viernes 22 al martes 26 de mayo.

Para los que viven en esta hermosa ciudad o en las de los alrededores, te cuento algunas posibilidades:

- Sesiones individuales
- Taller de cinco horas: Expresión corporal, Armonía psicológica, Espiritualidad práctica.

Para solicitar turnos, organizar una actividad en tu casa u otro sitio, averiguar aranceles o cualquier otra consulta, escribime. Si conocés personas que les interese, te agradezco que lo difundas. Gracias!

domingo, 10 de mayo de 2009

Viejo y nuevo

Hoy, hice el intercambio de ropa de temporada. Como mi placard es chico, llevé la de verano a casa de mi padre y traje la de invierno. Y, como siempre, me pongo a probar (y armar) “conjuntos”, a ver si me entra lo de antes (¡por suerte, sí!!), a dudar si regalo cosas que no sé si usaré. ¡Gran dilema! Me “apego” a ciertas prendas y las uso incesantemente, mientras otras permanecen nuevas, esperando que me decida por ellas (incluso regalo algunas que casi no usé).

Seguramente, debo hacer esto mismo con aspectos de mi ser. Caigo en algunos hasta el hartazgo, mientras otros se vuelven viejos nuevos. Este año, me hago el propósito de dar vueltas esto. Comienzo regalando lo muy usado, lo cómodo, lo amoldado y usando lo nuevo. ¿Adentro? Voy a sacar a relucir esos aspectos que han tenido la paciencia y la fe de esperarme. ¿Te sumás y hacés lo mismo??

jueves, 7 de mayo de 2009

Escultura humana II

Laura, sobre la pregunta de la pareja durmiendo, mi respuesta en que no. No son perfectos, ellos, sus cuerpos incómodos en un banco duro de cemento no son perfectos. Es bella la imagen? Si, la imagen es bella, cautivante.. Es lo que viste y lo que fotografiaste, pero no creo que sea una pareja perfecta.

Alguien (me gustaría saber tu nombre) hizo este comentario en un post anterior. Es cierto que están en un lugar difícil y en una posición embrollada, pero… ¿lo perfecto no es adaptarse a una situación incómoda y hacerla cómoda?

Cuando estudiaba Terapia Corporal, uno de los primeros ejercicios consistió justamente en ser sorprendidos en una postura difícil y tratar de hacerla fácil, con muy pequeños movimientos o micro-relajaciones. Fue todo un aprendizaje para mí. Me sirvió en muchos momentos de mi vida en que las circunstancias eran complicadas, pero lograba darlas vuelta bastante con simples recursos o con actitud.

Recuerdo esto con tu comentario. Ellos no están en un lugar ni en un ámbito (es un Centro Cultural) en el que uno va a dormir. No sé porqué lo hicieron allí, pero se amoldaron a lo que había y se los ve muy satisfechos, además de que el resultado visual es hermoso. Quizás todo esto es lo que vi cuando me subyugaron. Quien seas, gracias por hacer posible esta pequeña reflexión.

lunes, 4 de mayo de 2009

¿Tu vida como diseño sagrado?

Hace mucho tiempo, estaba atravesando circunstancias particularmente pesadas y me enojaba cada vez más: “¿por qué pasaba eso?, ¿para qué tanta negrura?”. Un día, subo a la terraza a colgar ropa y, cuando bajo, veo de reojo una sombra en el piso. Me olvidaba una toallita. Pensé: “si no fuera por la sombra, no la hubiera visto”. ¡Fue un momento de revelación!

No es que no supiera que el propósito de la oscuridad es develar la luz, sino que no lo estaba vivenciando. Esto sucede muy a menudo. Nos llenamos de información, pero no la ponemos en práctica. Así, nos cargamos con los “debería”, mientras nuestra vida diaria sigue su rutina de repeticiones neuróticas. Así, me propuse trabajar, tanto en lo personal como en lo profesional, la concreción.

En este tema, algunos se pierden en la fantasía y la imaginación de sus deseos y posibilidades y otros en la densidad de lo cotidiano, sin acceder a ellos. Los primeros encuentran a su cuerpo y a la realidad circundante pesados y faltos de interés mental o espiritual. Se refugian en sus sueños, mientras rehuyen o tratan de postergar su materialización. Los segundos se enredan en el accionar, corriendo de un lado a otro. No se conocen a sí mismos y tapan sus insatisfacciones con más acontecimientos.

Lo que para uno es fácil para el otro es complicado. Cada temática es el aprendizaje de cada cual. No vale evadirse: mejor tomar el desafío antes de que se haga más difícil. Efectivamente, tendemos a redundar en lo que nos resulta conocido y así nos complicamos cada vez más, llegando a convencernos de que no habrá salida.

Giramos y giramos en el mismo error, creyendo que redoblar el esfuerzo lo remediará. Perduramos en el mismo plano, sin darnos cuenta de que la solución está en subir de nivel, porque sino lo único que hacemos es emparchar sin cesar, garantizar la locura.

Muchos llegan a la terapia en esta etapa. Mientras el Ego está desesperado y sin respuestas efectivas, el alma está encontrando el camino hacia la conciencia. Y susurra que la escuchemos, porque sabe lo que necesitamos.

El alma reconoce el juego de la dualidad y no se deja llevar por el drama con que tratamos la oscuridad. En esta ilusión terrenal, la sombra es una forma de aprendizaje; una manera de profundizar la comprensión; un modo de adquirir fuerza, seguridad, constancia; un recurso para descubrir la Luz.

A tu Ego le encanta complicar esta realidad. Puedes dedicarte a hacer innumerables cursos, a leer toneladas de libros, a hacer complejos rituales, meditaciones y técnicas energéticas. O puedes agotarte con situaciones difíciles, llenándote de obligaciones y compromisos contigo y con otros. O todo a la vez… que no hay porqué andar con chiquitas… :-)

Tarde o temprano, todos estos rodeos demostrarán su inutilidad. Te encontrarás cansado, harto, vacío, decepcionado. Querrás “algo más”, que no puedes definir. Se trata sencillamente de reconocer que lo que buscas afuera está adentro. Que no tienes que “cambiar” nada sino aceptarte en la maravillosa complejidad simple que eres. Que posees la decisión y los recursos en tus manos. Que, en la vida que ahora estás llevando, están las oportunidades para transformarla.

Nada de lo que te sucedió, te sucede ni te sucederá son accidentes o casualidades. Son el diseño sagrado que tu alma usa para que crees y ames. No tienes que ir más allá ni dificultarla. Si decodificas cada situación, cada encuentro, cada relación, cada momento encontrarás las claves para reencontrarte y hacer de tu vida el Cielo en la Tierra. Tan simple como eso. Tan rico como eso. Tan humanamente divino como eso.

domingo, 3 de mayo de 2009

Escultura humana

Mientras recorría el Centro Cultural Recoleta, vi a esta pareja durmiendo. ¿No son perfectos?

viernes, 1 de mayo de 2009

Plena

Todo lo que he soñado en mi vida se está concretando, adentro y afuera. Siendo una índigo pionera, nunca estuve en sintonía con mucho de lo que la sociedad ofrecía como “modelo”. Poco a poco, comencé a forjar mi propio paradigma y a vivir de acuerdo a él. Siempre a contramano, hoy puedo sentir que se están abriendo caminos nuevos y que muchos están caminando por ellos o deseando hacerlo. Los encuentro como compañeros de ruta o como pacientes.

Vivo en el aquí y ahora, así que raramente recuerdo el pasado (el que se está convirtiendo en una especie de película que se está borrando de mi memoria), pero hoy, en este hermoso día, las emociones, pensamientos y vivencias del ayer se me aparecen para que pueda apreciar la enorme transformación que he hecho.

En el fondo, sólo ha sido una “limpieza” de lo que ya no sirve para los nuevos tiempos y una concreción de lo que he venido a realizar, pero me maravilla la constancia en mis sueños. La constancia no es una de mis cualidades más desarrolladas, pero, cuando creo verdaderamente en algo, sigo adelante sin importar nada. Los resultados están comenzando a verse y estoy feliz.

Todo ha valido. Cada dificultad, cada tropiezo, cada caída al fondo del pozo, todo… porque he sacado un valioso aprendizaje de ello. Y también cada momento de alegría, de cariño, de logro, de plenitud.

En este otoño que parece una primavera, siento los brotes comenzando a nacer en medio del caos, tanto en mi interior como en el exterior, y los riego con amor y entusiasmo.