sábado, 29 de septiembre de 2007

¿Con qué paradigma vivimos?

“Paradigma” es el sistema de conceptos y de creencias a través del cual vemos e interpretamos el mundo. Es un patrón, un modelo, una perspectiva global. Generalmente, pasa inadvertido. Es como una estructura invisible, pero absolutamente determinante, ya que a partir de él experimentamos el mundo. Al estar ajenos a su existencia, no cuestionamos lo que nos sucede. Lo damos por sentado: “así es la vida”.

¿Cuándo podemos comenzar a distanciarnos del paradigma y a observarlo? Cuando encontramos otro que no encaja con el nuestro. Cada sociedad tiene su propio paradigma (que va cambiando con el tiempo) y cada persona lo adapta de acuerdo a su personalidad.

Un “choque” de paradigmas se dio en los años ´60, cuando la espiritualidad de Oriente comenzó a ser conocida en Occidente de forma masiva. Mientras que algunos encontraron respuestas a sus cuestionamientos, otros la rechazaron abiertamente y otros se permitieron incorporar nuevos conceptos.

Hay personas que viven en “burbujas” familiares, en donde se manejan determinadas conductas (violentas, humillantes o alienantes, elitistas o lo que sea) quienes, al entrar en contacto con otras personas o grupos en el comienzo de su adultez, toman conciencia de las diferencias. Puede ser el impulso para cambiar y sanarse o para resignarse y continuar en ellos.

Los paradigmas familiares encuentran eco en la sociedad y viceversa. Un individuo victimizado puede ser el empleado ideal en una empresa que explota a su personal. Alguien que ha vivido en una familia con parámetros artísticos se inserta fácilmente en trabajos de esa índole.

Así como el pez no se pregunta qué es el agua, nosotros no nos cuestionamos si lo que interpretamos de la realidad es así (conviniendo que hay muchas realidades posibles, lo que lo hace más difícil todavía). Una aseveración muy común es que en “este país” (como muchos le dicen a Argentina, como si fueran de otro lado) si uno desea lograr algo debe trabajar en contra de todo y mucho más que en otros países. Esto se origina, en parte, de la experiencia de los inmigrantes que formaron Argentina, que vinieron a luchar y trabajar duramente por sus sueños y, en parte, de los vaivenes propios que hemos pasado (aunque, en esto último, ¿qué es primero: el huevo o la gallina?).

Como lo que creemos condiciona lo que encontramos, no es de extrañar que eso resulte “cierto” para muchos. Un paciente comenzó su tratamiento planteando si crecer o no en su negocio.
- ¿Por qué no? le pregunté
- Porque si quiero ganar más, tengo que trabajar más y no quiero eso en este momento de mi vida, en el que privilegio mi tiempo libre y otras cosas que quiero hacer.
- Estás planteando mal el tema. Para ganar más, tenés que trabajar MEJOR, no más. Cambiar la mercadería, los clientes, la organización, los márgenes de ganancia, lo que sea. La premisa es: tantos pesos en tantas horas por día, tantos días por semana.

Otro planteo es que no se puede ganar lo suficiente si se hace lo que se ama: se trabaja en empleos que se odian para tener el peso para disfrutar de las pocas horas que se pueden dedicar al don que se trae.

Esas proposiciones falsas son lo que alimenta la sociedad en estos momentos, en el que todos corren desaforados para ganar más… no sé para qué, porque no les reditúa en términos concretos de felicidad y plenitud, pero no importa… ¿quién se lo plantea? Es el paradigma.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Sostener la Luz

Quiero destacar una afirmación de la canalización que transcribí ayer: “la energía de Luz gira a un paso mucho más rápido que la energía negativa”.

Esto es muy importante porque es la explicación por la cual muchos pacientes que estuvieron décadas con una determinada actitud negativa pueden revertirla (junto con las situaciones asociadas) en poco tiempo. Al enfocarse en sus aspectos luminosos, al dejar entrar la luz en sus vidas, éstas se transforman muy rápidamente y con resultados maravillosos.

Es también la razón por la que no sirve “excavar” durante años en las circunstancias dolorosas o los aspectos negativos de nuestra personalidad. Si bien es necesario llevar conciencia (o sea luz) a los mismos para aprender de ellos, revolver continuamente y aferrarse sólo hace más doloroso el proceso y detiene el flujo de vida que es inherente al ser divino que somos.

Por otro lado, la densidad propia de lo negativo es el motivo de esa pesadez que sentimos cuando vivimos cultivando emociones y escenarios de ese tipo. La ligereza y alegría que experimentamos cuando dejamos entrar la luz a nuestra vida es inigualable. Por supuesto, es necesario tener constancia y paciencia para permitir que esa luz trabaje y sane. Sostenerla con amor y respeto por uno mismo es la clave.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Luz y Oscuridad

Esta canalización de Kuthumi me pareció muy simple y concreta para comprender ciertas cosas que están sucediendo: "Existe la "oscuridad" de su noche, del espacio. Cuando miran, ustedes ven planetas iluminados y muchos de ustedes han considerado la oscuridad de su noche como nada, como un vacío. Por supuesto que esto no es así. Está vivo con átomos y materia, también varias olas de energía. Todo su universo es una gigante red de olas de variantes niveles de energía.

Ahora, existe otra forma de energía, muchos de ustedes la llaman "energía oscura". Esta energía oscura simplemente es la ausencia de Luz. Además, esta energía oscura es una energía pesada y entonces es de una vibración muy baja. Por esta baja vibración y la ausencia de Luz se le refiere como negativa. Atrae el comportamiento negativo que ustedes ven (uso su terminología). Es donde las situaciones de control y poder reinan supremas, por cualesquiera que sean los medios necesarios para obtener poder.

Y entonces aquí está la dualidad entre los aspectos de la Luz y la energía oscura. No toda es la misma. Si lo fuera, no habría diferencia entre las dos formas de energía. Ni diferencia en el girar de los átomos, pues la energía de Luz gira a un paso mucho más rápido que la energía negativa.

Muchos de ustedes ahora están sintiendo los efectos físicos y emocionales de una energía más iluminada en su atmósfera. Quizá se sientan más cansados, emocionales, inquietos, con menos sueño, su cuerpo físico puede expresar dolores aparentemente sin razón. La razón, mis amigos, es porque sus cuerpos, el físico, el mental y el emocional, ahora deben aceptar una energía vibracional de luz mucho más elevada. Sus células deben integrar esta nueva energía.

Además, puedo decirles que esta energía los está llevando de regreso a Dios, la Fuente. Para alinearse con su gran Ser. Para que esto sea, la estructura celular y vibracional del hombre debe cambiar. Este cambio ha comenzado. Ustedes sienten esto ahora. Preguntan, ¿por qué obtener Luz para la meditación es muy importante? Quizá ahora que les he explicado a todos la gran diferencia entre la oscuridad y la luz ya puedan ver por qué.

La energía de luz, atraer la Luz – la energía – para la meditación, sanación o paz interna es de una vibración superior. Sin la energía de la Luz ustedes simplemente no obtendrían el nivel de paz interna que buscan. Es de Dios – Dios Luz – la Fuente. Es la energía más oscura, la negativa la que debe ser liberada para que esto suceda. Este es su viaje, su viaje de iluminación. ¿Ahora lo ven?

La energía más oscura tiene muchas formas emocionales, conocidas como resentimiento, odio, ira, control, lastimar a otro en cualquier forma, celos, chisme – sí, incluso el chisme. Tengan cuidado de sus pensamientos y palabras, amigos míos.

Es importante usar la Luz, ver la Luz, sentir la Luz, usarla como su linterna en su viaje en esta encarnación. Usen la Luz, mis amigos. Es el regalo de Dios para ustedes. Cada uno de ustedes carga una chispa de la Luz de Dios en sus corazones. Está ahí incluso en lo que ustedes ven como el más oscuro de los hombres. Es eso que el hombre no reconocerá y no permitirá que la Luz crezca. Pero debe. Debe.

Usen su regalo de amor incondicional dado libremente a todos. Pues todos ustedes son parte de Dios – la Fuente. Usen su regalo de la Luz. Expándanla con amor. Comiencen a entender la Unidad. Expresen amor. Expresen su Luz.

martes, 25 de septiembre de 2007

Ser Terapeuta

Una persona que no se identificó escribió en un comentario: "te acabo de descubrir y me gusta lo que leí. Son cuestiones de la vida muy elementales pero tratadas desde el fácil entendimiento, reflexión e interiorización".

Te agradezco muchísimo tus palabras y también el hecho de que te hayas dado cuenta de que es fácil de comprender. Siempre me hartó leer largas digresiones complicadas acerca de los temas fundamentales de la vida. Todo puede ser formulado desde la sencillez y el buen decir. Una paciente me alabó como una buena “escribidora”, algo que es difícil en estos tiempos, según ella.

El otro tema es hacerlo desde la vivencia personal. Como Terapeuta, encuentro a veces dificultades con pacientes que se han atendido con psicólogos ortodoxos porque cuento mis experiencias y trato de una manera informal y cercana.

Creo que vivimos tiempos especiales, en los que estamos abriendo caminos de formas muy novedosas. Y cuando digo “estamos” es literal. Si bien estudié mucho y leí más, sostengo que ahora la cuestión esencial es hablar desde uno, desde lo que fue construyendo con lo teórico, revelando las herramientas que fue encontrando para que cada paciente halle su propio sendero. Si un terapeuta no logró poner en práctica lo que cree, si mayormente “recita” lo que leyó, si no puede avalarlo con su experiencia, no podrá llevar a sus pacientes hacia el siguiente nivel, porque tendrá miedo de lo que eso significa para su propio mundo.

Esto es todavía más cierto cuando estamos introduciendo nuevos paradigmas, porque somos pioneros y, como tales, ponemos el cuerpo y la vida en ello.

Muchos temen iniciar una terapia porque piensan que van a sufrir mucho. No se dan cuenta de que sufren enormemente más continuando con su cotidiano dolor asordinado. Además, creo firmemente en una terapia que, justamente, no sea un martirio. Habrá lógicos momentos de dolor, pero pueden ser liberados rápidamente.

Como vivimos lo que nos ha sucedido con pesadumbre y angustia, pensamos que así será la terapia. Muchos se sorprenden (y ofenden, a veces) cuando tomo los temas con ligereza y sentido del humor. El dramatizar las circunstancias las fija y las hace más pesadas, como piedras que llevamos incrustadas al cuerpo. Se dice que, cuando podemos reírnos de lo que nos pasó, estamos sanados. Es cierto.

Cada persona que llega al Consultorio, me espeja y me modifica tanto como yo a ella. No hay objetividad ni asepsia. Todos somos Uno es más que una linda frase: es una Verdad. Honro esta realidad siendo lo más honesta e íntegra posible (con mis propias limitaciones, como todo ser que sigue aprendiendo y evolucionando).

domingo, 23 de septiembre de 2007

Entrada 100... de tiempos y presencias

Leí una apreciación acerca del tiempo de David Hockney que me pareció muy intrigante: “… Es algo que tiene que ver con la cantidad de tiempo que se ha invertido en la imagen. Quiero decir, Rembrandt se pasaba días, semanas, para pintar un retrato. Uno puede ir a un museo y pasar horas con un Rembrandt y nunca llegará a pasar el mismo tiempo mirando que lo que le tomó a él pintarlo… Una fotografía no puede ser observada por más de, digamos, treinta segundos. La razón es que virtualmente no hay tiempo en ella, el desequilibrio entre las dos experiencias, la primera y la segunda mirada, es muy extremo”.

¿Será así? Se me ocurrieron muchas puntas al respecto, tanto en lo que respecta al tiempo como a las imágenes y otras creaciones.

El placer sólo es percibido verdaderamente cuando “moramos” en él, cuando nos detenemos y nos permitimos sentir (usar los sentidos, la sensualidad, disfrutar). Vivimos en la prisa, lo cual conspira contra los tenues registros de un sonido, una fragancia, una caricia, un sabor. Sacamos fotos, filmamos, nos ubicamos fuera de nosotros, observamos pero no sentimos. Corremos, llenamos los días de actividad, somos productivos, pero no gozamos lo que hacemos. No tenemos tiempo.

Estamos vaciados de presencia. Ayer y mañana, no ahora. Allá y más allá, no aquí. Sólo podemos estar presentes en el cuerpo. La mente divaga, adelanta, planea, hace regresiones, está en cualquier lugar y período, se mueve a la velocidad de la luz. ¿Adónde estás? Como dicen los Upanishads: “lo que no puedes saber en tu cuerpo, no lo puedes saber en ningún otro sitio”.

Cuando me detengo y observo (sin engancharme) mi cuerpo, el espacio, los pensamientos, las sensaciones, los estímulos, el devenir… albergo un instante de silencio que capta lo eterno. Y lo eterno contiene todo, todo lo que espero y busco. Encuentro al inhalar la presencia etérea, frágil, fugaz, sublime de este segundo perenne.

Dios habla con paradojas, se dice. Lo instantáneo descubre lo eterno. Puedo percibir una solución en un momento. Puedo cerrar un ciclo de mi vida ya. Puedo sacar un potencial en una respiración. Lo invisible llama lo material. Puedo comenzar una vocación al visitar a alguien. Puedo imaginar una casa y disponer cómo hacerla casi inmediatamente. La intención encuentra los medios.

Como un relámpago, a veces percibo que mi vida es perfecta, completa, íntegra. Me disuelvo en la sensación y desaparezco/desaparece.

¿Cómo llegue aquí? No sé, sólo escribí. ¿Quién lo hizo? El tiempo se detuvo y fluyeron ideas. Hoy, al mirar desde un colectivo un niño que revisaba basura se me llenaron los ojos de lágrimas y le envié Luz mientras me comprometía a trabajar para y por él. Hoy, al imaginar una futura/presente pareja se me llenaron los ojos de lágrimas y se me abrió el corazón. Ahora, me pasa lo mismo. ¿A qué, adónde, me lleva cada instante? Acabo de ver que esta es la entrada 100. ¡Feliz cumpleaños! Esto sigue…

viernes, 21 de septiembre de 2007

Día del Perdón

Hoy es el Día del Perdón para la religión judía. Después de diez días de balance (a partir del Año Nuevo), se llega a este día en el que se perdona a los demás, se pide perdón y se perdona uno mismo.

Siempre me ha parecido una celebración que todos podríamos adoptar. Es bueno (¡por lo menos una vez al año!) liberar las cargas de las experiencias en las cuales hemos podido reconocer algún error y cambiar la mentalidad. ÉSE es el significado del arrepentimiento y el perdón: una conciente transformación de actitud al evolucionar.

No es necesario culpar/se y soportar el fardo de lo sucedido por los siglos de los siglos. Esto sólo trae el pasado al presente y paraliza el desarrollo natural de la vida. Completar y concluir perdonando y asumir una nueva conducta o proceder es lo que se espera desde el corazón compasivo de Dios. Nadie aumenta y alarga el castigo más que nosotros mismos: somos los peores jueces.

Es hora de acabar con las culpas inútiles y abrazar el perdón con sinceridad y amor.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Decisiones y esperas

Leí: “El Universo siempre nos ofrece oportunidades para practicar lo que hemos aprendido cuando estamos en el camino de la transformación. Esto es una respuesta a nuestra petición de algo diferente, ya sea consciente o inconsciente. Podemos responder desde el miedo, en donde nos da pánico y tomamos la primera oportunidad que se presente. Quizá así sea como siempre hemos respondido y puede que sea nuestra mejor y más cómoda opción. O podemos responder desde el poder, en donde nos desapegamos y miramos lo que está sucediendo y después usar nuestra guía, intuición y entendimiento espiritual para tomar una decisión que sea mejor para nosotros a un nivel espiritual y material.

Cualquier elección que hagamos representa nuestro nivel de crecimiento espiritual. Sabiendo eso, debemos resistirnos a la urgencia de juzgarnos cuando revisemos estas situaciones y pensemos que podríamos haber hecho algo de forma diferente. En el momento, eso no fue posible. Si pudiéramos haber hecho una elección diferente en el momento, lo habríamos hecho. Con el siguiente evento transformacional, y habrá muchos, podemos usar lo que hayamos aprendido para elegir de una forma diferente. Esta semana, si están decidiendo cómo responder a un evento transformacional, ¿cómo están eligiendo? ¿Desde el poder o desde el miedo? ¿Cuál es la elección más poderosa que pueden hacer? Elijan desde su guía, conocimiento espiritual y poder. Recuerden que ustedes siempre son apoyados y amados incondicionalmente y las posibilidades cambian cuando avanzan a lo largo de su camino. No existe elección buena o mala y las elecciones que son capaces de hacer son parte de su viaje de transformación”.

Esto me hizo recordar viejas formas de elegir: forzando situaciones. Como vine con la paciencia baja y la ansiedad alta, no podía soportar la espera ni la indecisión, así que apuraba lo que estaba sucediendo… y terminaba en medio de grandes líos.

Creo que es muy importante sostener la espera, una actitud bien femenina que no está muy difundida ni valorada. Como una madre que aguarda el desarrollo de su bebé hasta que está listo para nacer, tenemos que disfrutar en lo posible la evolución de lo que hemos creado hasta que el tiempo sea el adecuado.

Esto me está pasando ahora. Los tiempos internos y los externos se están uniendo en la culminación de lo deseado y fecundizado. Lo recibo con alegría, amor y reconocimiento tanto de mí como de todos los involucrados (aquí y allá).

Por supuesto, tampoco debemos engañarnos posponiendo circunstancias o decisiones más allá del cuidado natural por nosotros mismos. Por miedo, dudas o inseguridad, estiramos como un chicle los tiempos esperando que los otros o la Vida decidan por nosotros. Muchos hacen esto para no hacerse responsables y culpar a los demás, pero es una estrategia tonta: las consecuencias son generalmente mucho peores que si la hubiesen tomado por ellos mismos y la tienen que soportar igual. Repito lo de ayer: “El universo llama nuestra atención con ligeros codazos. Si los pasamos por alto, entonces utilizará un martillo. El crecimiento es más doloroso cuando nos resistimos a crecer”.

Otro tema es desde adónde elegimos. Generalmente, termina decidiendo nuestra mente atada a los miedos, experiencias, transpolaciones diversas y panoramas inventados. Tranquilizarnos, centrarnos en nuestro innato poder y convocar a nuestra intuición, conectada a nuestra alma es una mejor opción.

¿Y si nos “equivocamos”? No hay error. Sólo hay experiencia y aprendizaje. Hemos sido muy mal hipnotizados por una cultura basada en el éxito y el fracaso, en ganadores y perdedores.
Si rotulamos la situación como “mala”, “equivocada”, “catastrófica”, “estúpida”, “perjudicial”, “infortunada”, etc., nos estamos perdiendo la posibilidad de enseñanza que ella encierra… y volveremos a caer en lo mismo. Y, para colmo, asociamos estas palabras no sólo a la situación o a la decisión sino a nosotros mismos, con lo que ya la cosa no puede ser peor.

Estamos tan paralizados y aterrados de tomar “malas” decisiones que terminamos creando situaciones peores al quedarnos en lo conocido. ¿Nunca te pasó que, cuando finalmente resolviste hacer algo, las cosas no eran tan terribles como las imaginaste y te empezaste a culpar por lo que te habías perdido? ¡Doble tontería!

Como todo en la vida, es un equilibrio. Cuanto más nos escuchamos profundamente, más fácil se hace y más confiamos en nosotros mismos.

martes, 18 de septiembre de 2007

¿No estás harto de la adicción al sufrimiento?

¿Parece extraño, no es cierto? ¿Has escuchado hablar de ello? ¿Existe esa adicción? Lamentablemente, sí. ¡Y es una epidemia! :-)

Voy a explicarme. Nuestro cuerpo físico tiene una correlación con nuestras emociones y pensamientos. Es como el hardware al software de las computadoras. Procesa y expresa todo (por eso es tan rápido y simple hacer una terapia que involucre lo corporal además de las otras instancias). Entonces, a cada emoción y pensamiento les corresponden ciertos neuropéptidos. Desde el comienzo de nuestra vida, hemos llevado a cabo una determinada “preferencia” por algunos, debido a las condiciones imperantes durante nuestro nacimiento y posterior desarrollo. Padres poco contenedores o entornos traumáticos han disparado ciertas conductas reforzadas por la constante liberación de ciertos neutrotransmisores asociados al miedo, la inseguridad, el dolor, la ansiedad, el desaliento, etc.

De esta manera, hemos conformado nuestra vida, creyendo que así somos. ¿Por qué seguimos introduciéndonos en las mismas clases de relaciones, teniendo las mismas clases de discusiones, encontrando las mismas clases de jefes? Según el neurobiólogo Candace Pert, cuando los sitios del receptor son repetidamente bombardeados con péptidos, se ponen menos sensitivos y requieren que más péptidos sean estimulados. Los receptores realmente comienzan a desear ardientemente los neuropéptidos que son diseñados para recibir. En este sentido, nuestros cuerpos son muy adictos a los estados emocionales. Cuando nosotros hemos repetido experiencias que generan la misma respuesta emocional, nuestros cuerpos desarrollarán un apetito para estos tipos de experiencias. Como los adictos, extraeremos experiencias hacia nosotros que nos dan eso que requerimos.

¿Cuál es la buena noticia? Podemos cambiar porque los nodos en una red de nervios son intrínsecamente flexibles y regenerativos, así que es posible hacerlo introduciendo otros “apetitos”. ¿Cuáles? Así como nos alimentamos de pensar (y luego, por supuesto, crear) ambientes y situaciones estresantes, sufridos, complicados, incluso catastróficos, tenemos que comenzar a imaginar actitudes, personas, circunstancias que nos gratifiquen y saquen lo mejor de nosotros.

¿Sirven los “pensamientos positivos”? Hasta ahí. Tener una enorme bola de mentalidad y emociones negativas y dolorosas y querer taparlas con un barniz de positividad no soluciona nada. Lo oculto siempre explotará en algún momento. Es necesario tener una conciencia continua de lo que nos sucede para darnos cuenta de adónde se encuentra lo que nos hace daño, comprenderlo, aceptarlo y liberarlo para fundar, en su lugar, otra actitud que nos genere plenitud y alegría.

Tristemente, como humanidad, hemos hecho un culto del sufrimiento y somos todos adictos a él. Hasta ahora, hemos necesitado caer al pozo más profundo o tener experiencias muy traumáticas para finalmente “despertar” a las múltiples posibilidades que tenemos como seres humanos divinos. Mientras tanto, seguimos cayendo una y otra vez en los caminos conocidos del ego, consolidados por nuestra química cerebral.

Te he dicho muchas veces que estamos en un tiempo asombroso, acelerado, compasivo, en el que cualquier intento de cambio verdadero (ayudado por simples herramientas concretas) es sostenido y asistido… si tienes constancia y confianza. Tanto mi práctica terapéutica como los recursos en el sitio están destinados a hacértelo sencillo y lo menos doloroso posible, porque para dolor ya tenés suficiente, ¿no creés?

Si es así, si pensás que ya estás harto de sufrir, ¡adelante! Usá el inmenso potencial que traés, sacudí tu cuerpo, invitá a otros neuropéptidos a la fiesta y comenzá a disfrutar de este hermoso planeta y de todos los dones que te han sido dados. ¡Te acompaño!

El universo llama nuestra atención con ligeros codazos. Si los pasamos por alto, entonces utilizará un martillo.
El crecimiento es más doloroso cuando nos resistimos a crecer.
Todo aquello en lo que te concentrás... crece. Así que, ¡pensá en lo que querés!
Para que el mundo te trate bien, debes tratarte bien. ¿Cómo podrías sentirte dueño del mundo si tus zapatos tienen agujeros?

lunes, 17 de septiembre de 2007

De lo bello y misterioso

El escritor César Aira dijo: “Muchas veces me preguntan por alguna teoría que escribí en algún artículo o libro y me doy cuenta de que en realidad la escribí porque sonaba bien. En general, los escritores tenemos una relación un poco irresponsable con el lenguaje: si algo suena bien, está bien. El otro día, en Brasil, me preguntaban por una frase que escribí en algún lugar: “El mundo debe transformarse en mundo”. Qué profundo, me decían. Y yo no tengo la menor idea de lo que eso pueda significar pero… suena tan bien. Creo que en un punto la función de la literatura es hacer sugerencias que abran caminos, un poco misteriosos, al pensamiento”.

Me causó gracia cuando lo leí porque, a veces, me pasa lo mismo. Generalmente, yo escribo directamente en la computadora tal como me sale. Las frases van fluyendo solas, hilándose unas tras otras. Cuando termino, yo misma me sorprendo algunas veces de lo que escribí y también encuentro que hay cosas que son muy hermosas… pero no sé muy bien qué quieren decir. ¡Aunque suenan tan bien! Y creo, al igual que Aira, que se trata de meta-mensajes que resuenan no se sabe muy bien por adónde, pero que abren posibilidades insondables si uno deja que transiten por los recovecos interiores.

Después, me doy cuenta de que eso se comienza a desplegar en otros escritos o en otros pensamientos y se va ramificando profundamente, develando lo mágico y misterioso.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Dios, Amor, Creación... algunos temas para charlar

Intercambiando ideas con una paciente acerca de Dios, el Amor, la Creación (temas menores, bah!…), ella me dice que siempre se preguntó porqué Dios creó, cuál era el sentido de hacer eso. Obviamente no tengo la respuesta (no estoy en la mente de Dios… ¿o sí?...), pero se me ocurrió decirle que si no hubiera habido creación, Todo hubiera sido algo estático, siempre igual, muerto en realidad.

El que emergieran “chispas” de la Gran Luz haciendo este camino de co-creación que somos cada uno de nosotros debe haberle dado mucha alegría y sentido de aventura a Dios.
- ¿Acaso no sentiste una enorme alegría cuando tuviste a tus dos hijos? le pregunté.
- ¡Por supuesto! me contestó.
- ¿No lo hiciste por amor?
- ¡Claro!
- “Así como es arriba es abajo” se dice en Metafísica. Entonces, Dios creó por amor y alegría. ¿No es una buena manera de verlo?

Lo más interesante de este viaje es que cada uno de nosotros ha elegido su manera absolutamente particular de llevarlo a cabo. No hay dos iguales. En los miles de millones de chispas, cada una tiene su color, su nota, su sentido, su recorrido, su forma, su rayo único e irrepetible, ¿no es increíble?

Cada sensación, pensamiento, sentimiento, emoción, acción, decisión, palabra me están definiendo y están creando consecuencias en mi vida y en la de los demás… y más allá. Cada cosa, persona, situación que entra a mi vida la he creado con mi impronta, mi energía, mi ser total y dialogo con ellas e intercambio toda clase de información y aprendizajes, que nos transformará más allá de lo imaginable en esta dimensión.

Si pretendo detener ese flujo por miedo, inseguridad, conformidad, lo que sea, estoy tratando de impedir el flujo de Dios dentro de mí y matando mi alma lentamente, porque la Creación es movimiento. Como dijo alguien: "Dios es verbo, no sustantivo".

Recién, estaba mirando un programa de televisión dedicado a artistas. Me maravilla intensamente la visión innovadora, profunda, variada, bella y significativa que cada uno de ellos aporta al mundo. Me dejan llena de entusiasmo y sentido. Me recuerdan que la Creatividad expresa Alegría y Amor. ¿Qué te pasa a vos?

martes, 11 de septiembre de 2007

Unidad/Totalidad

En nuestro mundo de dualidad, dos polos que nos han sido complicados de reconciliar son los de Unidad/Totalidad. Hemos hecho un largo camino en la diversidad: es fácil verlo en la cantidad de nuestras creaciones. Basta con ir a un supermercado para hastiarse con la multiplicidad de productos que encontramos… y aún así no está lo que deseamos!!

Porque ese es el resultado de moverse hacia la Diversidad extrema: la insatisfacción. Lo mismo nos sucede con nosotros mismos. Siempre nos falta algo, la carencia es lo primero que notamos. Es más, es lo que nos identifica. Nos rotulamos de acuerdo a lo que no tenemos generalmente. “Estoy mal porque no tengo pareja”, “estoy deprimida porque mis hijos no me consideran”, “tengo que ganar más para ser lo suficientemente rico para estar tranquilo”, “todavía no puedo relajarme porque me faltan más años de práctica o de estudio o de experiencia o de lo que sea”.

No percibimos lo que YA somos y tenemos, sino más bien lo que no hay. En esta falta (la más grande de todas) de reconocimiento hacia lo que somos, escupimos al Cielo y así seguimos corriendo para lograr eso que nos falta, sin darnos cuenta de que sólo en la aceptación y el agradecimiento encontramos todo. Desde allí, construimos. Sin eso, no tenemos bases sólidas.

Entonces, en la integración de esa hermosa Totalidad que somos hallamos la Unidad verdadera y la paz que tanto deseamos. Cuando podemos hacerlo con nosotros mismos, iniciamos el camino para la Unidad con todos, para comprender que Todos Somos Uno. Que el Amor nos une y que somos un solo corazón que late al unísono del ritmo divino.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Poder Natural

Cualquier fenómeno de la Naturaleza es intrínsecamente poderoso. Desde los huracanes, tornados, tsunamis, terremotos, irrupciones volcánicas hasta las tormentas grandes o las inundaciones, percibimos esa fuerza arrolladora con que nuestro planeta se expresa. Cuando veo cualquier manifestación, me lleno de una energía intensa y portentosa.

Creo que tenemos (la humanidad) la tonta y soberbia presunción de que le haremos mal a la Tierra y de que acabaremos con ella. En todo caso, Ella acabará con nosotros. Somos una especie más sobre su superficie (incluso un virus maligno, como decían en una película), pero ciertamente no tan omnipotente como nos creemos.

La razón por la que debemos cuidar la Tierra es porque es nuestro albergue y, como tal, nuestro destino está unido al de ella. Así también debemos preservar el cuerpo (nuestro hogar).

Si miramos atentamente, los dos son increíblemente perfectos, variados, abundantes, equilibrados, hermosos, convenientes, divinos, potentes. Hay una verdad metafísica: “lo que es arriba es abajo”. Cuerpo y planeta nos reflejan nuestra inmensa creatividad, poder y belleza. Al nutrirlos y cuidarlos, estamos honrando la Vida y a nosotros mismos.

sábado, 8 de septiembre de 2007

Dejar ir, crear

Estoy en tiempos absolutamente increíbles… depende para adónde miro. Si es hacia los “miedos” de comunicación (porque en realidad no son medios) o hacia los temores, las veré negras. Si es hacia el surgimiento de una Nueva Energía, hacia el agradecimiento de todo lo que soy y tengo, hacia la alegría de ser y crear, las veré luminosas.

El gran tema ahora es la liberación: de antiguas creencias, de sufrimientos y dolores, de traumas y racionalizaciones, de miedos y dudas, de… la vida como la conozco. Si hay algo para hacer es soltar, cada minuto, cada segundo. Exhalar y dejar ir.

Mi vida pasada, lo que he transcurrido, sentido y pensado se va disolviendo en una bruma. La libertad, paz, centración, confianza, aceptación, serenidad, júbilo, gratitud que voy sintiendo es portentosa… y quiero más!

Esto puede traer temor porque, si libero, ¿qué queda en su lugar? Sostener el vacío quizás sea difícil al principio, pero, al contrario de la noción occidental que asemeja vacío con carencia o ausencia, en oriente es la matriz de lo potencial, de lo por venir, es el útero que puede dar la vida en su espacio.

¿De adónde proviene lo que será? De la Vida misma, de lo que he decidido crear en asociación con Ella. Como una criatura en su seno, crece por sí misma, llevando su propia evolución en sus células, confiando en el progreso de su ser esencial.

Todas mis respuestas están en mis preguntas. Cada paso lleva al otro. La luz que necesito está disponible en cada pisada, a medida que avanzo. Mis mayores sueños se van haciendo realidad. Soy un ser divino, vistiendo un cuerpo humano. ¿Qué más puedo pedir?

jueves, 6 de septiembre de 2007

¡Celebra la vida!

“Cuando miles y miles de personas en la tierra celebran, cantan, danzan, se sienten estáticos, borrachos con lo divino, no existe la posibilidad de un suicidio global. Con tal festividad y con tal risa, con tal salud y sanidad, con tal naturalidad y espontaneidad, ¿cómo puede haber una guerra?... A ti se te ha dado la vida para crear, para disfrutar y para celebrar. Cuando lloras y sollozas, cuando te sientes miserable, estás solo. Cuando celebras, toda la existencia participa contigo. Solamente en la celebración nos encontramos con lo supremo, lo eterno. Solamente en la celebración vamos más allá del círculo de nacimiento y muerte”. Osho dixit.

No es necesario que todo el tiempo estés con otros. Podés hacerlo extasiándote en un ocaso multicolor, dándole la bienvenida a un nuevo brote en la primavera, al primer copo de nieve en el invierno, tomando un aromático café, acariciando la piel suave de un bebé, felicitándote por un trabajo bien hecho, agradeciendo la comida que estás saboreando, apreciando la salud que tenés, sintiendo el agua correr por tu piel mientras te bañás… la vida convertida en celebración continua.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Aprecios

El lunes, lo convencí a papá para que venga a mi casa (voy yo siempre a la de él). Al principio, no quería viajar, puso excusas y entonces le dije que había visto cerca unos zapatos que necesitaba y ahí accedió. A él le encanta mi barrio y estaba muy contento con lo que veía, se compró un par de zapatos buenísimos, fuimos a comer a un restaurante chino y se fue muy feliz. En un momento, me dijo: “cuanto más viejo me pongo, más aprecio la vida”.

Es cierto… para los que se lo permiten. De jóvenes, estamos pendientes de tantas cosas que la Vida es un telón de fondo. Luego, comprendemos que no es necesario esa lucha, ese sufrimiento, ese ensimismamiento en lograr cosas. La Vida se despliega misteriosa y graciosamente como una socia abundante y amorosa.

Cuando estaba pasándola muy bien, le hice notar lo que se hubiera perdido si se hubiese quedado en la casa. Esta es otra postura común: nos dejamos llevar por el humor del momento y desaprovechamos hermosas oportunidades de placer y alegría… si tan sólo cambiáramos la actitud.

martes, 4 de septiembre de 2007

Excusas, excusas

“Se ha terminado eso de ser víctima de la vida. Disfruta la vida. Es hora de comenzar a ser libres, de darnos la libertad los unos a los otros. No quiero mentirme tanto. No podemos pasarnos cuarenta años hablando de lo que pasó en estos cuarenta años. Vamos a comenzar a ser nosotros mismos, a cortar el cordón”.

Esto es parte del monólogo final de “Solos en la madrugada”, la película española acerca de la terminación de la era franquista y la necesidad de hacerse cargo de la propia vida. Me hizo recordar cuando iba a comenzar la democracia. Estaba haciendo terapia en ese tiempo y estaba extrañamente angustiada. Mientras contaba cómo me sentía, me di cuenta de pronto que se me habían acabado las excusas.

No sólo no tenía pretextos sociales como “hay que hacer lo que dicen los militares porque si no podés desaparecer o ir preso o ser criticado o perseguido” sino que ya no había justificaciones para mi conducta en ningún sentido. No eran mis padres ni la sociedad ni el gobierno ni mis jefes ni mis amigos los culpables de lo que me pasó o me pasaba. Era libre. Era yo. Siempre yo.

Basta de disculpas y pretextos. ¿Qué iba a hacer yo con lo que me había sucedido/ creado? Esa era la pregunta importante. Sentí miedo, excitación, esperanza, entusiasmo, dudas, alegría, un cúmulo de emociones diversas en el pecho.

En algún momento de la terapia o de la vida, tiene que llegar ese instante. Soy yo. Sin excusas. Yo. Esto es lo que soy. Esto es lo que es.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Niños creativos y rebeldes

Matt Groening, el creador de Los Simpsons, dice: “existen demasiadas reglas arbitrarias en la escuela sólo porque los adultos sienten que los chicos deben ser controlados. La mayoría de los chicos es lo suficientemente creativa y barullera para darse cuenta de que estas reglas son estúpidas, pero instintivamente se amoldan a los adultos. Hasta los maestros sobresalientes suelen verse enredados por esas leyes. Y con los años, los buenos maestros y los chicos son forzados a reprimirse y cumplir con una autoridad arbitraria.

Parece que la regla principal que las escuelas tradicionales enseñan es cómo sentarse en fila y en silencio: un entrenamiento perfecto para el trabajo de un adulto en una oficina o fábrica gris, pero no tan bueno para la educación. Algunos nos dimos cuenta de que eso no era para nosotros y empezamos a entretenernos, a veces con bromas sin sentido pero otras de forma más creativa: hacíamos shows de títeres, historietas, obras de teatro y películas”.

Esto me hizo recordar que, en la primaria y los dos primeros años de secundaria (que transcurrieron en Entre Ríos, hasta que nos mudamos a Buenos Aires), yo era la “bromista”, siempre con un chiste rápido; la que iniciaba revueltas; la “machetera” más creativa de la escuela (fama que siguió aquí, con métodos de copiado cada vez más sutiles); el caudillo (es como Pancho Ramírez le dijo una maestra a mi madre).

También, era la que inventó las “obras teatrales”. Nos juntábamos en los recreos y hacíamos dos equipos, creando rápidamente una obra que actuábamos. Los demás decidían el ganador con su aplauso. Por supuesto, eran tonterías en la que lo más importante era reírse, pero que resultaba una inteligente forma de divertirse.

Continúa Groening: “la mayoría de los adultos se olvida cómo era ser un chico. Yo me prometí que nunca lo olvidaría. Vivir creativamente es fundamental. La triste realidad es que mucha gente hace trabajos que no quiere hacer. Pero incluso si tienes un trabajo espantoso, tienes que reservar una parte, quizás secreta, para hacer lo que te gusta. Me gusta pensar que ese es uno de los mensajes ocultos de Los Simpsons. Es un show sobre gente que no conoce ese secreto, pero hacer el show es un ejemplo de ese secreto. Algunas veces, la gente se enoja con la serie por la forma subversiva de contar historias, pero hay otro mensaje y es la celebración de hacer historias locas y divertidas”.

Nunca he olvidado a mi Niña Interna en sus aspectos inocentes, alegres, creativos, entusiastas, optimistas, potentes, valientes, conectados con la fuerza y la monumental energía de la Vida. Ella es la que siempre le ha dado el ímpetu y la diversión a mi existencia. Gratitud profunda a vos, mi amor.